EL ARTE CRISTIANO MEDIEVAL: EL ARTE ROMÁNICO
Desde la desaparición del Imperio Romano de Occidente (finales del s. V), la disgregación política y la presencia de los pueblos germánicos afectarán al desarrollo del arte. Sobre la tradición tardorromana y paleocristiana, se irán asentando nuevas experiencias artísticas con marcado carácter germánico. Se trata de experiencias bastantes limitadas, ya que la ruralización de la vida social y económica y la preeminencia de lo espiritual sobre lo material, acabarán por arrinconar la tradición naturalista de raíz clásica. Entre los diferentes factores que contribuyen a entender lo sucedido entre los siglos VI y X, podemos destacar los siguientes:
· La caída del Imperio romano, las invasiones germánicas y la continuidad del mundo antiguo (Bajo Imperio), pero desde la disgregación política quer suponen los reinos germánicos desarrollados sobre los antiguos territorios occidentales del imperio (Reino Visigodo en la P. Ibérica, Reino Franco en la Galia, etc.).
· Novedades: las aportaciones de los pueblos germánicos y el peso cultural, ideológico y artístico de la Iglesia, convertida en la única institución dotada de carácter supranacional (la fe cristiana se convierte en el vínculo más poderoso entre las diferentes poblaciones).
· Proceso de regionalización artística tras la disgregación del Imperio y las invasiones germánicas. Continuación y reinterpretación de las formas romanas: simplificación, esquematización y pobreza de recursos materiales.
· La Iglesia es el verdadero factor que cohesiona todas las expresiones culturales y artísticas. Asume el liderazgo cultural y formativo, así como el mecenazgo artístico.
· Las manifestaciones artísticas que preceden a la eclosión del Románico pertenecen a un mundo rural y disgregado en numerosos reinos independientes que aportarán su propio sello a los viejos modelos y recursos clásicos. Es lo que se denomina Arte Prerrománico (una especie de cajón de sastre en el que caben todas las experiencias anteriores al s. X).
A modo de síntesis, podemos señalar las siguientes experiencias y sus características más significativas:
EL ARTE VISIGODO
· Es el arte que se desarrolla en la Península Ibérica entre los siglos VI al VIII (711 inicio de la conquista árabe de la P. Ibérica). Arquitectura y orfebrería de iniciativa real.
· Pequeñas Iglesias de planta cruciforme, con arcos de herradura y grandes sillares de piedra en seco, techumbres de madera. Aspecto rudimentario y algo tosco.
EL ARTE ASTURIANO O RAMIRENSE
· El arte que se desarrolla en el reino Asturias entre los s. VIII y IX, continuador del reino visigodo después de la invasión árabe de la península. La monarquía asturiana desarrolla un arte peculiar y hermoso, aunque sencillo que se inscribe en la continuidad del clasicismo por sus soluciones arquitectónicas, adaptadas del arte romano con una nueva intencionalidad.
· A las soluciones romanas, se añaden las influencias carolíngias y mozárabes, así como musulmanas (del sur de la península).
· En arquitectura sorprende su proximidad estilística al románico, un estilo posterior. Sus características generales son: las logradas proporciones de los edificios, la variedad de soportes (columnas clásicas, pilares, arcos de ½ punto, etc.), el uso de la cubierta abovedada (bóveda de cañón) y la riqueza ornamental. Utilizan la sillería o la mampostería para el aparejo de los muros. Las plantas de los edificios suele ser de tres naves. Ver el comentario de la Iglesia de Santa Mª de Naranco (Oviedo), en el libro de texto, pág. 235-5.
EL ARTE CAROLINGIO
· El que se desarrolla en el Imperio Carolingio entre los siglos VIII y IX. El imperio es fruto de la alianza entre la Iglesia y la dinastía carolingia, que encuentra su máximo esplendor en el reinado de Carlomagno que, en el año 800, se corona emperador del Sacro Imperio romano Germánico, en un intento de restaurar la unidad imperial de occidente en torno al nuevo núcleo de poder germánico con capital en Aquisgrán.
· La Corte carolingia y la Iglesia impulsan la revitalización de la cultura y de las artes, aproximándose a los modelos grecolatinos, sobre todo los de la época bajoimperial (constantiniana).
· La obra más significativa de esta época es la Capilla Palatina de Aquisgrán (ver comentario del texto, pág. 237).
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