¿Quién es este personaje que nos mira de forma tan severa? ¿Qué te sugiere su mirada? ¿Qué rasgos formales podemos apreciar en él?
Demuestra que has comprendido la naturaleza y evolución del retrato romano y lánzate (si los exámenes te lo permiten) a la búsqueda de este importantísimo personaje de la historia romana. Si logras encontrarlo, no dejes de argumentar sobre su importancia en el devenir de Roma, su civilización y su imperio.
Salve
En efecto: CONSTANTINO I, EL GRANDE (272-337 d.C.).
Ha pasado a la historia como el emperador romano que legalizó el culto y la religión cristiana. El Edicto de Milán (313) marca el final de las persecuciones y, en el campo del arte, de la "invisibilidad" de los primeros cristianos. Esta decisión, como ya hemos comentado en clase, será determinante en el devenir artístico del mundo tardorromano. Pero no acaba aquí su relevancia: Constantino es conocido también por haber refundado la antigua ciudad griega de Bizancio (la actual Estambul, en Turquía) , llamándola «Nueva Roma» o (Constantini-polis; la ciudad de Constantino). Convocó el Primer concilio de Nicea en el año 325, que otorgó a la religión cristiana la legitimidad necesaria para desarrollarse a lo largo y ancho del imperio. Los historiadores, desde los antiguos Lactancio y Eusebio de Casarea, hasta los actuales, le presentan como el primer emperador cristiano, aunque se bautizase en su lecho de muerte. El arte no dejará de dar cuenta sobre estos hechos, como veremos más adelante. La Iglesia cristiana ortodoxa (nombre que recibe esta religión en el ámbito del antiguo Imperio Bizantino y países eslavos), lo veneran como santo. San Constantino, pues.
Y ahora echemos un vistazo al retrato.
El emperador aparece representado joven y a la manera tradicional romana, con el rostro rasurado y el pelo cortado a flequillo, aunque dispuesto con suaves ondulaciones sobre la cabeza y la frente. Demasiado geométrico ¿no? Su rostro trasmite toda la severidad y gravedad propia de la época y del cargo. Estamos frente a un militar que fue elevado a la púrpura imperial en York, actual Inglaterra, por las legiones que comandaba. La mandíbula casi cuadrada y la barbilla firme. Los labios bien dibujados y la nariz recta y prominente. El arco superciliar ofrece cobijo a unos ojos grandes y expresivos, aunque la mirada resulte algo triste o, quizás, reflexiva. La cabeza se sostiene, por lo demás, sobre un robusto cuello. Estamos frente a un retrato impregando de solemnidad, aunque sin perder de vista la naturalidad del personaje, al que podemos reconocer por la similitud de este retrato y aquel otro de la cabeza colosal del Museo de los Conservadores de Roma.
Ya se apuntan algunos de los rasgos que harán fortuna en la última etapa del Imperio Romano. El retrato se ha simplificado, los rasgos se han acusado y, con ello, se ha conseguido profundizar en la dimensión sicológica del personaje. No obstante, esta simplificación acabará conduciendo a un cierto esquematismo que, con el tiempo, se convertirá en hieratismo. Es el regreso de oriente y la progresiva renuncia al naturalismo (realista, incluso) de los tiempos clásicos. El retrato de Constantino y el de los emperadores que le siguieron, inaugura una tradición que culminará en el arte bizantino. Pero esto ya es otra historia.
Ya se apuntan algunos de los rasgos que harán fortuna en la última etapa del Imperio Romano. El retrato se ha simplificado, los rasgos se han acusado y, con ello, se ha conseguido profundizar en la dimensión sicológica del personaje. No obstante, esta simplificación acabará conduciendo a un cierto esquematismo que, con el tiempo, se convertirá en hieratismo. Es el regreso de oriente y la progresiva renuncia al naturalismo (realista, incluso) de los tiempos clásicos. El retrato de Constantino y el de los emperadores que le siguieron, inaugura una tradición que culminará en el arte bizantino. Pero esto ya es otra historia.
El personaje es el emperador romano Constantino el Grande(280-337d.C.). Aunque el rostro carece de la barba típica de los tetrarcas, se inserta en la estética de ese período por su expresividad acentuada.Esta realizado en marmol blanco y mide 98 cm.la corona perlada que luego llevarán los emperadores bizantinos es un atributo que dice mucho de la condición de Constantino y de su capacidad como gobernante. La Historia lo recuerda por innumerables hechos, pero quizá su acción más trascendental y conocida fue la promulgación del llamado Edicto de Milán en 313, donde se otorgaba libertad de culto a todas las religiones del Imperio, incluida la cristiana.
ResponderEliminarRetrato del emperador Constantino el Grande
ResponderEliminarEscultura romana (ca. 312-325 d.C.)
Esta estatua es un retrato de emperador Constantino, también llamado Constantino I o Constantino el Grande. Este emperador fue quien proclamó a la religión cristiana como única religión del imperio.
Este retrato está en el museo del Prado en Madrid,y eso indica que veremos este ballo retrato que nos muestra el rostro de este emperador y nos recuerda a la cabeza conservada de la escultura del emperador Constantino de 10 metros.
Bien, podemos empezar diciendo que la cara de esta estatua nos muestra seriedad, una mirada clave, superioridad...
Nos enseñan realismo en la mirada pero sin embargo tiene una sonrisa hierática, caracteristica de la escultura bizantina.
Retrato monumental del emperador Constantino el Grande,donde en esta lo que se pretende representar es a la persona tal y como es, mostrando su tipo de vida, sus funciones políticas...
ResponderEliminarActualmente se encuentra en el museo capitolio(Roma).
Es una escultura retrato romano del emperador Constantino el grande que se localiza entre los años 312 y 325 dC Constantino, ante todo, pasaría a la historia como un reformista del imperio romano, en especial por su actitud ante los cristianos, aunque también sería un duro gobernante.De ahi viene la sobriedad de su mirada y la distancia y el tamaño de la escultura colosal.
ResponderEliminarBuenas Tomás,
ResponderEliminarpues creo que es la cabeza colosal de constantino que antes formaba parte de una estatua de la que aún se conservan el brazo,la mano,rodilla un pie.
La ropa era de metal y las partes estaban unidas con grapas de hierro, se conserva en el Palacio de los Conservadores en Roma.
Pertenece al bajo imperio, donde el retrato sufre cambios, desaparece ese fino modelado, en el rostro vemos la simplicidad y el hieratismo. Desaparece también la proporción.
Enhorabuena a todos los que habéis identificado a Constantino. Dios os recompesará por ello. Seguid perseverando en próximas convocatorias.
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