9/26/2012

EL ARTE DE LA PREHISTORIA: LAS PRIMERAS MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS


TEMA 1: LOS INICIOS DEL ARTE  (EL DESPERTAR DEL ARTE)
El legado de la Prehistoria:
·    La pintura rupestre.
·    El arte mobiliar.
·    La arquitectura megalítica.


Noción clave:
“Las primeras manifestaciones artísticas estuvieron íntimamente relacionadas con el pensamiento mágico-religioso, fundamento de su deseo de supervivencia”

Referencias cronológicas básicas (Contextualización histórica: el Paleolítico Superior y la economía depredadora)

1.   EL ARTE DE LA SUPERVIVENCIA.
·     LA PINTURA DEL PALEOLÍTICO. Los murales franco-cantábricos. Las cuevas de Altamira
·     LOS ORÍGENES DEL ARTE MUEBLE: LAS PRIMERAS ESCULTURAS. La Venus de Villendorf.
2.  LA PINTURA LEVANTINA
3.  LAS PRIMERAS CONSTRUCCIONES: LA ARQUITECTURA MEGALÍTICA.


EL ARTE DE LA SUPERVIVENCIA
   El arte del paleolítico en la cultura occidental se inicia unos 25.000 años a. de C.. dentro del período conocido como Paleolítico Superior. Para fechas anteriores no se han encontrado, de momento, manifestaciones que podamos considerar artísticas, aunque sí restos de pintura que posiblemente fueran utilizados por el hombre sobre su piel o sobre materias perecederas.
   Las obras conocidas hasta ahora se sitúan en la zona de Eurasia. La mayor densidad y calidad de yacimientos artísticos se concentra en la zona cantabro-aquitana, con más de cien cuevas.
   Las muestras de este arte se han diferenciado en arte mueble, más fácil de fechar por estar en los estratos junto a los instrumentos fabricados por el hombre, y un arte rupestre, conocido más tarde, que se localiza en salas profundas en el interior de cuevas y en abrigos rocosos.

·     Los yacimientos más importantes son los de Lascaux, Niaux y Trois Frères, en la zona francesa de Aquitania.

·     Los de la Cueva de Altamira, la Pasiega y El Castillo, en Santander. Cándamo en Asturias o El Parpalló en Gandía, Valencia.

LA PINTURA DEL PALEOLÍTICO
·     Se trata de pintura  parietal: hecha sobre la superficie o paredes  de las cuevas.        
·     Ubicación: en el interior de cuevas.
Posible causa: Las rudas condiciones climáticas a finales de la última glaciación (Würm) obligan a los pintores a trabajar en el interior de las cuevas.

·     La técnica utilizada se caracteriza por su sencillez y perdurabilidad. Los instrumentos utilizados: los propios dedos o manos del pintor o pinceles elaborados con cerdas. A veces se servían de un buril de sílex para perfilar los contornos de las figuras.

Þ  Para aglutinar los colores se servían de grasa animal, a la que añadían los pigmentos. Óxido de manganeso para las tonalidades negro-violáceas; óxido de hierro, con una gama entre el ocre y el rojo.. También se hacía uso del carbón y, en ocasiones, de la sangre. Este procedimiento graso resultó ideal para conseguir la adherencia perfecta a las porosas rocas de las cuevas, de modo que absorbidas por éstas y mantenidas en unas constantes condiciones de humedad, temperatura y ausencia de luz, han permanecido durante miles de años casi inalteradas.
Þ  Se aprovecharon salientes en la roca para generar sensación de volumen, o la gradación tonal (cambios en la intensidad de los colores) para conseguir bulto efecto muy visible en los rojos-ocre en su fusión con el negro-carbón. Con todo ello se conseguía un gran verismo, que junto con el tratamiento de las proporciones, lograba un gran realismo (naturalismo) en las figuras.
Þ  El tipo de perspectiva utilizado fue evolucionando con la experiencia de los artífices. Entre los más comunes se encuentra la “perspectiva torcida” que exige diferentes puntos de vista: bisonte de perfil con los cuernos de frente. El perfil absoluto implicaba dibujar la figura siguiendo una línea paralela a su contorno, mientras que la visión de tres cuartos lograba un mayor naturalismo en la representación.
Þ  No hay composición o visión espacial. Las figuras se representan individualmente y aisladas, aunque a veces aparecen conjuntos.

·     La temática de estas pinturas era principalmente animalística; bisontes y caballos constituyen las figuras más representadas, apareciendo también jabalíes, venados y algunas figuras humanas, que parecen ser hechiceros disfrazados con pieles de animales. También aparecen manos, en positivo y negativo dibujos geométricos y otros signos de valor simbólico.

·       La interpretación del arte franco-cantábrico.

Þ  La mágica, elaborada por el abate Henri Breuil (1871-1961). La necesidad de la caza para el hombre prehistórico es la base de esta corriente, que considera que la finalidad de las pinturas era la de favorecer la caza de los animales representados (magia simpática o de atracción, propiciatoria). También ante el temor a la extinción de las manadas de animales se dio una magia de procreación, consistente en la representación de animales preñados con el fin de facilitar su reproducción. Tampoco se representaban animales considerados dañinos para el hombre como el oso, el mamut o la serpiente. La ausencia de composición o de visión espacial es otro rasgo característico que refuerza esta interpretación. Las figuras se pintan individualmente, sin formar escenas. Parecen flotar en el espacio y no se sitúan en un paisaje real. Parece, por tanto, que estas pinturas no tendrían un carácter narrativo o decorativo, sino ritual. De este modo, cada animal habría sido pintado en una ceremonia individual, suponiendo el conjunto una suma de pinturas yuxtapuestas. En apoyo de esta teoría pueden servir algunas prácticas rituales realizadas por algunos pueblos primitivos actuales que todavía practican la caza.

Þ  La interpretación sexual, elaborada por André Leroi-Gourhan (1911-1986). Parte de un hecho: los animales más representados eran bisontes y caballos, y ciertos signos abstractos que aparecían junto a ellos podían constituir señales sexuales que los definían. Esto le llevó a conformar pares de figuras según su orientación sexual; el caballo sería lo masculino y el bisonte lo femenino.

Þ  Obra comentada: Las cuevas de Altamira.


LA PINTURA RUPESTRE DEL ÁREA LEVANTINA

Þ  Ubicación geográfica de las pinturas: el levante español. Lérida (Cogull), Teruel (El Maestrazgo), Castellón (Valltorta, Ares del Maestre), Valencia (Dos Aguas, Bicorp) o Albacete (Minateda). Todas presentan rasgos similares.

Þ  Cronología: por el tipo de fauna (ciervos, vacas y cabras) que aparece (postglacial), el  material lítico asociado a ellas en los yacimientos o los tipos de puntas de flecha de algunas representaciones, se situarían entre el Mesolítico y el Neolítico. La hipótesis más aceptada las encuadra entre el 6000 y el 1500 a. de C. El tramo comprendido entre 6000 y 4000 años A. de C. es el que presenta las pinturas más importantes con escenas humanas y de animales.

Þ  Se sitúan en abrigos rocosos abiertos al exterior, no en el interior de las cuevas, porque la vida en esta época se realizaba en poblados al aire libre.

Þ  La temática abandona el sentido mágico para tratar asuntos de carácter narrativo, que cuentan la vida de la tribu: cacerías, desfiles, luchas, danzas o rituales componen escenas con personajes que sugieren un espacio real.

Þ  La técnica presenta cierta continuidad con la pintura francocantábrica en cuanto a la utilización de los colores al óxido de hierro (rojizo) y de manganeso (negro), pero su exposición al aire libre y los daños sufridos con el paso del tiempo las han dejado en un estado lamentable.

Þ  En el aspecto formal las figuras ya no son tratadas de forma naturalista sino esquemática o estilizada, los rasgos anatómicos se reducen a lo esencial para su identificación y suponen el germen del arte esquemático que se desarrollará más tarde en la Edad de los Metales, en el II Milenio a de C.

Þ  Son pinturas monócromas en tonos planos, sin matizaciones ni relieves, con la reducida gama del rojo y el negro. A pesar de su esquematismo las figuras están dotadas de movimiento y se relacionan entre sí formando escenas, remitiéndonos a un espacio natural. A veces podemos encontrar n rudimentario tratamiento de la perspectiva.

Þ  La identificación sexual de los personajes es posible por la representación de los atributos sexuales; también es posible identificar la jerarquización social existente en estas sociedad tribales por el mayor tamaño del jefe.


EL ARTE MOBILIAR DEL PALEOLÍTICO

   Está representado por pequeñas esculturas (en bulto redondo o en relieve) y placas grabadas. En la escultura son muy características las figuras femeninas de pequeño tamaño (de 5 a 45 cm.), en las que se acentúan  desmesuradamente los rasgos femeninos: son las llamadas “Venus” a las que se ha querido dar el valor simbólico de la fecundidad, en la misma línea interpretativa mágico-propiciatoria de la pintura rupestre. Son, por tanto, estatuas símbolo que debían garantizar la fecundidad y supervivencia de la tribu. Las más importantes son las de Willendorf (obra comentada en el texto), las de Lespugue y la de Laussel.
   En todas las culturas del Paleolítico Superior se practicó el grabado sobre placas calizas, cantos rodados, losas y huesos. Los motivos son geométricos o figuras de animales, que con frecuencia se superponen.
   Especial interés tienen los llamados “propulsores” y los “bastones de mando”, tallados en hueso o asta de reno, por su riqueza decorativa.

Obra comentada: bisonte lamiéndose el flanco.

LA ARQUITECTURA MEGALÍTICA
     Se trataría de las primeras construcciones, datadas entre el Neolítico y la Edad del Bronce. Pueden ser consideradas como los inicios de la arquitectura. Aunque se conocen Megalitos más antiguos en el Próximo Oriente, es hacia el 3000 A. de C. cuando se difunden por occidente, proliferando en los dos milenios siguientes.

¿Qué representan?
     Parecen estar en relación con creencias religiosas avanzadas (culto al Sol, culto a los muertos) y con una estructura social de cierta envergadura, ya que su construcción requiere del esfuerzo coordinado de toda la comunidad, una poderosa jerarquía y una población relativamente numerosa. Por primera vez el hombre concibe un monumento como expresión del grupo humano, confiriéndole una función religiosa, bien destinándolo al culto de los muertos o al de la divinidad.

·     Las Islas Británicas, Francia y España son los lugares donde se localizan los megalitos más importantes.
·     Las técnicas de construcción (Fig. 11 el texto). Su procedimiento constructivo obligaba a la movilización de un gran número de personas durante bastante tiempo. Se pusieron en práctica algunas técnicas que facilitaban el traslado de grandes moles de piedra de varias toneladas de peso; los rodillos para mover sobre ellos las piedras o la colocación de rampas de tierra apisonada para subir las piedras de la cubierta, a modo de dinteles.

En cuanto a las formas megalíticas:
·     El Menhir es la forma más sencilla. Está constituido por una piedra vertical clavada en el suelo. ¿Se trata de un monumento conmemorativo? ¿está destinado a fijar el alma de un muerto?. Un menhir puede medir más de 20 m. de altura y 5 de diámetro en su base. Las series de menhires en fila reciben el nombre de alineamientos. Los de Carnac, en Francia, llegaban a formar conjuntos de más de mil menhires. Varios menhires en círculo constituyen un Cromlech; el más importante es el de Stonehenge, en Inglaterra. Cuando sobre dos menhires se coloca una piedra horizontal, se denomina Trilito.

·     El Dolmen es el tipo más importante desde el punto de vista arquitectónico. Los dólmenes son sepulcros colectivos, constituidos por varias piedras verticales, formando una cámara, con una o varias piedras horizontales como techo. Pueden ser de varios tipos: dolmen sencillo, una simple cámara circular o poligonal; el sepulcro de galería, una construcción alargada; el sepulcro de corredor, con pasillo y cámara bien diferenciados. Todos ellos se cubren con un túmulo de tierra.

·     A comienzos del Primer Milenio A. de C. se desarrolla en Baleares una cultura propia. A ella pertenecen los siguientes tipos de megalito: las Navetas, tumbas colectivas de Menorca, en forma de nave invertida. Las Taulas, dos grandes piedras colocadas en forma de T, cuya función se desconoce. Los Talayots, torres troncocónicas con cámara cubierta con falsa cúpula, se encuentran en Mallorca y Menorca, y parecen que sirvieron como vivienda y torre defensiva, ya que formaban parte de recintos fortificados.


9/17/2012

SEPTIEMBRE 2012: UN NUEVO CURSO EMPIEZA

De nuevo aquí, en otro mes de septiembre que tiene ya la luz que anticipa el otoño, para daros la bienvenida a este curso de introducción a la Historia del Arte. Voy a empezar proponiendo la lectura de estos hermosos versos del poeta griego Constantino Cavafis, pues lo que os ofrezco no es otra cosa que un viaje...


 Ulises, atado al mástil, escucha el canto de las sirenas (Cerámica griega)

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

C. P. Cavafis. Antología poética.
Alianza Editorial, Madrid 1999.

Edición y traducción, Pedro Bádenas de la Peña 


 
Que cada uno de vosotros, al emprender este viaje, recuerde hacia dónde se dirige y con qué propósito... ¡adelante, zarpamos!