3/24/2019

OBRA COMENTADA: LA VOCACIÓN DE SAN MATEO, DE CARAVAGIO.

Autor: Micheangelo Merisi, Caravaggio Fecha: 1599-1600 Localización: Iglesia de San Luis de los Franceses de Roma, capilla Conterelli. Dimensiones: 322 x 340 cm. Estilo: Barroco Italiano Técnica y soporte: Óleo sobre lienzo

EL ENCARGO DE LA OBRA
 Mateo Contarelli, importante comerciante francés, compró para su gloria eterna la capilla Contarelli de la iglesia de San Luis de los Franceses en Roma con la intención de ser enterrado allí. Encargó un completo programa de pinturas y esculturas dedicadas al santo que le daba nombre: San Mateo. La compra se efectuó en 1565 pero en 1585, año en que muere Contarelli, no se habían efectuado las decoraciones pertinentes. Los frescos de bóveda y paredes se encargaron al maestro de Caravaggio, el Caballero de Arpino, quien ejecutó diversas escenas entre 1591 y 1593. Pero los trabajos seguían sin avanzar sustancialmente, por lo que Caravaggio recibió el encargo para los dos óleos laterales, con la Vocación y el Martirio de San Mateo. Más tarde, se le pediría también la pala de altar central, con San Mateo y el Ángel. Este encargo constituyó el primer trabajo de envergadura que Caravaggio realizó, y no para un coleccionista privado sino para una iglesia de acceso público, donde toda Roma podría contemplar su obra. 

EL TEMA REPRESENTADO
 Jesucristo, al que localizamos en la parte derecha del lienzo, acaba de entrar en la taberna acompañado de Pedro, otro apóstol, y extiende su mano y señala al elegido, Mateo, sentado a la mesa y rodeado de otros cuatro personajes vestidos a la moda romana de la época; sobre él y tras él, brilla un potente foco de luz. La luz ha entrado en las tinieblas con Cristo y rasga el espacio diagonalmente para ir a buscar a la sorprendida figura de Mateo, que se echa para atrás y se señala a sí mismo dudando que sea a él a quien busca. El rayo de luz reproduce el gesto de Cristo, alargando de manera magistral su alcance y simbolismo. El gesto de Jesús recuerda a la "Creación de Adán" de la Capilla Sixtina, de Miguel Ángel. Un compañero de Mateo, vestido como un caballero fanfarrón de la Roma que conocía tan bien Caravaggio, se obstina en no ver la llamada y cuenta con afán las monedas que acaban de recaudar.
   El tema "Elección de San Mateo (uno de los doce apóstoles) por Cristo", fue una elección sorprendente, casi milagrosa: Mateo es un publicano, un judío que colaboraba con Roma, pues adelantaba a esta el pago de impuestos que luego cobraba a su pueblo con un beneficio. Los publicanos eran despreciados por muchos judíos.

ASPECTOS FORMALES Y ESTILÍSTICOS
La ejecución de esta obra es novedosa por varios motivos:

    1. Composición desequilibrada: Los personajes se concentran en la parte inferior del lienzo; Cristo queda relegado al margen derecho, y aunque las miradas y la luz crean un movimiento visual hacia él, apenas percibimos en un primer instante parte de su rostro de perfil. El hecho de no situar al personaje principal en el centro de la composición, como era habitual hasta entonces, escandalizó a muchos. Por otro lado, el modo en que la luz recorta las figuras, dejando parte de las mismas en una oscuridad absoluta, provoca una cierta desazón en el espectador.
    2.  Tenebrismo: el auténtico protagonista de este lienzo es la luz; una luz que no parece tener un foco natural. El rayo de luz externo ilumina en violenta diagonal los rostros mientras otras zonas quedan en penumbra y oscuridad total. Esos contrastes generan tensión aunque en la escena no hay movimiento físico acusado. Tensión agudizada por la inquietante naturaleza (parece sobrenatural) y desconocida procedencia de la luz (la ventana que se nos muestra está cegada).
    3. Naturalismo (empleo de modelos reales para ilustrar cualquier tema). Caravaggio representa un texto evangélico, pero el ambiente recuerda una taberna del siglo XVII, a las que Caravaggio era adicto, los rostros no están idealizados, los ropajes son los comunes de la época en la que pinta, estamos ante jugadores de cartas. Todo ello tiene una enorme fuerza provocadora, lo que generó polémica al considerar que las figuras sagradas resultaban demasiado vulgares.

      EL SIGNIFICADO Y TRASCENDENCIA DE ESTA OBRA

          Caravaggio en su arrogancia, se había resistido durante su juventud a realizar encargos de temas religiosos. Cuando lo haga siempre buscará temas poco representados, situaciones a los que la puesta en escena, los contrastes de luces y sombras le dieran un sentido y una fuerza diferentes, como aquí. La provocación en la forma de pintar es pareja a la elección que hizo Cristo (¿Por qué elige a alguien despreciado por los religiosos de entonces?). Demostró que lo divino se podía adecuar a la vida cotidiana, y por eso tuvo firmes defensores que consideraban, como se ha bía recomendado en Trento, que su estilo conectaba con el fervor y la piedad popular mucho más eficazmente que las manieristas e intelectualizadas representaciones del s. XVI; pero por esa misma razón, hubo de enfrentarse a aquellos que consideraron que su estilo directo era demasiado realista, llegando a ser feísta para muchos de aquellos que lo consideraron un destructor de la pintura. La importancia de esta obra es enorme en la historia de la pintura: supera la decadencia manierista con un naturalismo nuevo, extremo para la pintura sagrada, pero de gran impacto visual y elocuencia emocional. La influencia de su estilo tenebrista en pintores como Ribera o Rembrandt, fue extraordinaria, sentando las bases de la primera gran corriente de la pintura barroca. 

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