Un video para aproximarnos al Imperio Bizantino y sus fundamentos ideológicos y culturales.
Breve pero elocuente video de ARTEHISTORIA sobre la magnífica basílica erigida en Constantinopla, actual Estambul, por el emperador Justiniano.
Este otro, con bello fondo musical, nos ofrece un recorrido visual por algunas de las creaciones arquitectónicas y plásticas más significativas del mundo bizantino.
Y una explicación escrita de esta magnífica construcción bizantina:
ARTE
BIZANTINO: LA ARQUITECTURA.
Santa Sofía de
Constantinopla (Estambul, Turquía)
Descripción y
análisis:
El edificio se alza sobre el antiguo
emplazamiento de la basílica de Santa Sofía construida por Constantino I en
325. Su tipología es de planta central
con una gran cúpula, nártex y exonártex. El resultado es
original y único, una basílica rectangular de 77 x 72 metros que combina el eje tradicional con una distribución centralizada. En los ángulos
de un gran cuadrado, que forma la nave central, de 100 pies bizantinos o 33
metros se elevan cuatro grandes pilares
- estribos de 21,5 metros de altura sobre
los que se apoyan 4 grandes arcos que se conectan entre si con cuatro grandes
pechinas que completan la superficie circular sobre la que se situará la gran cúpula. Las pechinas proporcionan una transición más
elegante entre la superficie cuadrada y la circular que las trompas usadas
durante el Imperio Romano y una mayor altura que los apoyos sobre tambor
circular usados en el Pantheón romano. Quizá tengan las pechinas origen en la
arquitectura romana, pero es en Santa Sofía donde se emplean por vez primera de
una forma tan visible. Su uso se generalizará a partir de ahora en el arte
Bizantino y, más tarde, en el Románico, Renacimiento, Barroco hasta los tiempos
actuales.
El edificio consta de una galería superior con un palco desde donde la emperatriz podía
presenciar las largas y fastuosas ceremonias que generalmente se celebraban. El
acceso a esta tribuna se hacía mediante una rampa por la que, si era necesario,
podían acceder jinetes a caballo. Se entra en el edificio a través de un nártex cubierto con bóveda de arista cuya longitud es igual al doble del
cuadrado central, y a través de un puerta situada en el lado opuesto del ábside oriental que contenía el altar. Las naves laterales y las galerías situadas sobre ellas también están cubiertas con bóvedas de arista. La
cornisa de las galerías marca el punto de arranque de las pechinas y de los cuatro
arcos que sostienen la gran cúpula.
El interior de la iglesia estaba decorado con mosaicos de gran calidad y riqueza. Los musulmanes iconoclastas los escondieron bajo una gruesa capa de estuco. Aún así todavía se pueden contemplar hoy en día una parte de la decoración. El pavimento original también era de mosaico y mármoles policromados, los balaustres y revestimientos de los muros también eran de mármol así como los capiteles y las columnas, gran parte de ellas reutilizadas de edificios anteriores. Son de destacar también los elementos de decoración realizados con metal. Las ventanas tenían láminas de alabastro. La luz provenía principalmente del anillo de ventanas de la cúpula.
El interior de la iglesia estaba decorado con mosaicos de gran calidad y riqueza. Los musulmanes iconoclastas los escondieron bajo una gruesa capa de estuco. Aún así todavía se pueden contemplar hoy en día una parte de la decoración. El pavimento original también era de mosaico y mármoles policromados, los balaustres y revestimientos de los muros también eran de mármol así como los capiteles y las columnas, gran parte de ellas reutilizadas de edificios anteriores. Son de destacar también los elementos de decoración realizados con metal. Las ventanas tenían láminas de alabastro. La luz provenía principalmente del anillo de ventanas de la cúpula.
Aspectos
constructivos y estilísticos:
La estructura de esta iglesia será una de las que más influencia va a tener
sobre toda la arquitectura del Oriente musulmán y ortodoxo. La cúpula de Santa Sofía es el elemento más
llamativo del edificio, tiene la forma de una semiesfera rebajada y está compuesta por cuarenta nervios que se unen
en el centro, su diámetro varía
entre 30 y 31 m. y está situada a 54 m de altura. Las cuarenta ventanas forman un tambor
cilíndrico que sirve para aligerar
su peso y permitir la entrada de luz.
El plemento que conecta los nervios
entre sí es ligeramente cóncavo y
recuerda vagamente la forma de una
concha. Además para aligerar el peso al máximo, las tejas son ligeras fabricadas
en Rodas. Fueron precisos grandes esfuerzos para apoyar la cúpula a 54
metros de altura. Para absorber el
empuje de su inmenso peso, y que no cargara hacia afuera sobre los arcos de la
esquina, se levantaron enormes contrafuertes de mampostería sólida,
claramente visibles desde el exterior.
La cúpula completamente cubierta de mosaicos dorados,
armonizaba con los ricos mármoles de colores y el pórfido de columnas y
estribos y con las vidrieras originales de las ventanas. Los capiteles extraordinariamente diseñados y tallados, no
pertenecen a los órdenes clásicos conocidos, sino que se trabajan con fino relieve, usando la decoración vegetal y geométrica. El crucero, de sección cuadrada, se prolonga
en los lados este y oeste mediante semicírculos
que están cubiertos por semicúpulas, hasta los ábsides, agrupados de tres en tres en torno de los semicírculos y coronados por semicúpulas más pequeñas.
Probablemente hubiera sido imposible este tipo de estructura utilizando la
técnica romana del mortero. Antemio e
Isidoro logran construir las cúpulas utilizando simples hileras de ladrillos
unidos por los extremos. De norte a
sur las naves laterales contrarrestan la nave central y la cúpula mediante simples
bóvedas de cañón apoyadas en gruesos contrafuertes. El muro de mampostería que cierra el espacio interior está aligerado por numerosas ventanas y
reforzado por arcos cuyo número y distribución ha sido cuidadosamente
estudiado: siete arcos en las galerías, cinco en las naves laterales, cinco
ventanas sobre siete en las lunetas, cuarenta ventanas en el tambor de la
cúpula, cinco en cada semicúpula. Todo
ello crea un contraste de luz entre luminosas ventanas y oscuros arcos, con
grandes cúpulas rodeadas de otras más pequeñas, aumenta el espacio interior y
da sensación de flotación de la cúpula principal. El resto de las paredes y arcos del edificio son de ladrillo recubierto de mosaicos. En la
actualidad están recubiertas de pinturas y caligrafías turcas. En las pechinas se conservan las figuras de cuatro
ángeles. La enorme basílica fue concluida en sólo cinco años, pero tuvo
problemas con la cúpula que se debilitó por causa de un terremoto y finalmente
se hundió el año 558. La actual es resultado de varias reconstrucciones. Los
minaretes que hoy flaquean la iglesia, como parte de los edificios anexos que
la ocultan parcialmente, son de construcción turca, posteriores a la caída de
la ciudad en 1453 y la conversión en mezquita del monumento.
Iconografía de
los mosaicos de Santa Sofía:
El repertorio iconográfico de los muros
realizado entre los siglos IX y XII,
es de inspiración cristiana, representaba la Deésis, Jesucristo, entre la Virgen y San Juan
Bautista, la Virgen flanqueada por los emperadores Justiniano (que ofrenda
la iglesia a la Virgen) y Constantino
(que le presenta la ciudad de Constantinopla, también aparecen los posteriores
gobernantes Juan Commeno II y la emperatriz Irene, junto con motivos
geométricos y florales.
El inmenso ámbito que creaba la bóveda por encima de los fieles quería representar un único Dios y una única
fe para toda la humanidad. La iglesia custodiaba las reliquias más extraordinarias del cristianismo primitivo, desde el
pozo de la Samaritana, o los restos de la Vera Cruz, hasta la losa donde se
había depositado el cuerpo de Jesús. Se cree que el exterior de la iglesia tenía un color salmón oscuro parecido al actual.
Santa Sofía representa la síntesis entre Oriente y Occidente. En ella se funden las dos concepciones del mundo y se forma un estilo nuevo, completamente original. La simbiosis entre la cúpula, como símbolo del arte oriental y la planta basilical, cuyo origen está en Occidente. Dice la leyenda que cuando Antemio e Isidoro terminaron la iglesia, Justiniano exclamó: "Salomón te he vencido".
Santa Sofía representa la síntesis entre Oriente y Occidente. En ella se funden las dos concepciones del mundo y se forma un estilo nuevo, completamente original. La simbiosis entre la cúpula, como símbolo del arte oriental y la planta basilical, cuyo origen está en Occidente. Dice la leyenda que cuando Antemio e Isidoro terminaron la iglesia, Justiniano exclamó: "Salomón te he vencido".
FUENTE: ARTECREHA.
¡Hola Tomás! Soy una madre de alumna de BAT. Te felicito ya que en las tertulias de nuestra sobremesa sólo se habla de ti.Ya ves, hasta le he regalado a mi hija un viaje al Tate Museum por su 18 cumpleaños. Gracias por saber transmitir el amor al arte. Un saludo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarGracias. Sólo puedo deciros que me siento abrumado.
ResponderEliminarUn saludo y feliz viaje!
Tomás
ME PARECE QE TU BLOG ES MUY BNO
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