Stanza della Segnatura, Vaticano.
Se escenifica la verdad razonada en la escuela de filósofos atenienses que Rafael imaginó en medio de un marco arquitectónico inspirado en el proyecto de Bramante para la basílica de San Pedro, con una profundidad y perspectivas asombrosas, que logra pintando arcos sostenidos sobre columnas (por aquello de que la verdad necesita apoyo), dando lugar en medio a un gran pasillo-galería por donde Platón (el famoso filósofo) pasea (con el rostro de Leonardo da Vinci; conocido de Rafael cuando vivió en Florencia) junto a Aristóteles (famoso filósofo también) con su libro de Ética bajo el brazo. El artista plasma los rasgos de los pintores-escultores de su tiempo personificando a los grandes filósofos.
Toda la composición del fresco converge en el centro por donde pasean Platón y Aristóteles discutiendo acerca de filosofía. Hasta los peldaños y la arquitectura de los arcos del pasillo hacen que la mirada y la atención se centren plenamente en las figuras de ambos filósofos. Rafael llenó el cuadro de los famosos filósofos griegos (y algunos no griegos) de todas las épocas, entre ellos: Heráclito sentado solo en el suelo en primera plana del cuadro, con el codo apoyado en un bloque de mármol escribiendo (con los rasgos faciales de Miguel Ángel), Diógenes (calvo y con túnica azul claro) a la derecha de Heráclito leyendo un papel, y totalmente a la derecha, siempre en primera plana tambien, está Euclides (con la cara de Bramante) trazando con un compás una figura geométrica ante la atenta mirada de sus discípulos, Jenofonte, Esquines (o Alcibíades), Zenón, Epicuro, Zaratustra, Ptolomeo... y hasta pintó un autoretrato de relleno en el cuadro.
En los frescos de la Estancia de la Signatura del Vaticano es donde el arte de componer de Rafael alcanza su verdadera madurez y en esta estancia La Escuela de Atenas es uno de los conjuntos más grandiosos de la pintura renacentista. Para la perspectiva se inspira en Leonardo y los personajes recuerdan a Miguel Ángel que en estas fechas pintaba la Capilla Sixtina, pero la admirable composición de las figuras es el arte propio de Rafael. La arquitectura renacentista del fresco traspone las estructuras que Bramante tenía pensadas para la Basílica de San Pedro. Unos gruesos muros reciben la enorme bóveda que enmarca las figuras de filósofos y sabios de la Grecia clásica. En el centro Platón, con el Timeo, señalando el cielo, y Aristóteles, con la Ética, presiden un gran número de personajes. Colocada esta escena en la pared de enfrente a La Disputa del Sacramento, que exalta la verdad revelada, La Escuela de Atenas celebra la investigación racional de la verdad.Platón y Aristóteles están en el centro ideal de la perspectiva de toda la composición encuadrados en el fondo del cielo por el último arco. A la izquierda Sócrates conversando con Alejandro Magno, armado. La configuración de la arquitectura del templo de la sabiduría, con los nichos de Apolo y Palas Atenea, como espacio renacentista y la representación de los sabios de la antigüedad como hombres contemporáneos de Rafael subrayan esta idea de continuidad entre el presente y el mundo antiguo (Leonardo representa a Platón, Bramante a Euclides, Miguel Ángel a Heráclito y el mismo Rafael se retrata a la derecha). Son muchos más los personajes clásicos representados en la obra, entre los que cabe destacar a Epicuro y Pitágoras, situados a la izquierda.
Rafael expresa también en esta obra la concepción propiamente renacentista de la obra artística entendida como discurso mental, no sólo traducido de forma visible, sino también como búsqueda de la "idea". Se ha querido ver en esta pintura una representación de las siete artes liberales. En el primer plano, a la izquierda: Gramática, Aritmética y Música, a la derecha: Geometría y Astronomía y en lo alto de la escalinata Retórica y Dialéctica. En definitiva una continuidad entre el conjunto del saber antiguo y moderno teniendo como protagonista al hombre.
Hola. Estoy estudiando éste cuadro en estos momentos. Al cuál he llegado recordando la figura de Diógenes Laercio. Cuando he contemplado el cuadro creía saber algo... (Maldita necedad y esta tendencia del ser a creer que conoce cosas sin haber estudiado de forma detallada...) Después de la lectura... sigo sin comprender y la tarea me abruma; Mis conocimientos sobre el arte de la pintura son nulos; así también mis conocimientos sobre la historia del arte. Uhm... estoy meditando y he llegado a la conclusión de que se ha de estudiar historia del arte. ¿Me dices el titulo de "un buen libro" que se completo en este sentido? Mi necedad no llegaba a comprender muchas de las cosas que has comentado del cuadro. Me gustaría conocer las fuentes históricas y las críticas del cuadro en los hombres contemporáneos a Rafael. Un saludo, estoy agotado mentalmente. Solamente la comprensión de éste cuadro ya te hace estudiar a la cultura de la antigüa grecia. Espero que te pases por mi blog para comentarme algo... Saludos.
ResponderEliminarUn buen libro de iniciación en el estudio de la Historia del Arte podría ser el de Ernst Gombrich, con ese mismo título, en la editorial Alianza Forma. Pero la relación podría ser infinita...
ResponderEliminarNo es Diogenes Laercio, Laercio fue un historiador bastantes años despues, el Diogenes que aparece en este bello fresco es Diogenes Sinope, tambien llamado el perro.
ResponderEliminarEn cuando a la confusion de Esquines o Alcibiades, afirmo por las edades de los que se presentan en ese grupo que es Alcibiades el Hermoso como solia llmarlo Socrates con quien tuvo una relacion homosexual, lo pueden encontrar en Vasari. y muchos otros.
Un libro muy bueno es Vidas de los Filosofos mas ilustres de Diogenes Laercio ese si.
Saludos
Gracias anónimo por su aportación.
ResponderEliminarUn saludo.
No me sirvioo
ResponderEliminarNesecito el autor y no esta.
¿Está usted seguro de que no figuran fecha y autor?
ResponderEliminarUn saludo.
Buenos detalles representando las 7 Artes en el fresco de Rafael. Me llama la atención el niño en brazos cerca al pedestal de la izquierda.
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