Para quienes no conozcan las joyas artísticas y arqueológicas que se guardan y exhiben en el Museo Británico de Londres (memoria imprescindible del Imperio Británico, por otro lado), se exponen, hasta el 30 de septiembre en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ), más de 200 piezas y objetos de la cultura Asiria (actualmente Irak), que datan de entre los siglos IX y VII antes de Cristo. Estos tesoros forman parte de las colecciones del Museo Británico.
Quienes no hayan visto los maravillosos relieves de la época asiria o los famosos frisos de cerámica vidriada que allí se exhiben, tienen ahora la oportunidad, si viven cerca o están de vacaciones en Alicante, de darse una vuelta por el MARQ y disfrutar de la belleza y claridad narrativa de estos tesoros, dignos embajadores de la memoria cultural de un pueblo, el iraquí, que vive en la actualidad sumido en la pesadilla de la guerra y el expolio artístico.
La exposición se presenta con el elocuente título de "Arte e Imperio: Tesoros asirios del Museo Británico". Se desarrolla a lo largo de las tres salas temporales del MARQ y cada una de ellas se dedica a los palacios y templos, a la magia y la religión y a los elementos de la vida cotidiana y artesanales, respectivamente.
La exposición se presenta con el elocuente título de "Arte e Imperio: Tesoros asirios del Museo Británico". Se desarrolla a lo largo de las tres salas temporales del MARQ y cada una de ellas se dedica a los palacios y templos, a la magia y la religión y a los elementos de la vida cotidiana y artesanales, respectivamente.
La de palacios y templos alberga una amplia representación de los mejores ejemplos de esa cultura, como relieves de los palacios de Nínive, Nimrud y Khorsabad, que muestran con detalle escenas de guerra, caza, ceremonias áulicas y seres mitológicos.
Algunos relieves pertenecientes a estos palacios son de gran tamaño, como uno que escenifica con minuciosidad y con centenares de figuras la batalla de Til-Tuba o el fragmento de la caza del león de Asurbanipal. A mí el que más me impresionó fue uno que narra de manera magistral cómo unos guerreros atraviesan buceando, provistos con unos odres que contienen el aire suficiente para no asfixiarse, el río Tigris para salir del cerco enemigo. Impresionante la calidad plástica y la belleza formal de este relieve.
Una parte de los restos fueron hallados a mediados del siglo XIX por el excavador Henri Layard y están realizados sobre piedra, alabastro yesoso y ladrillos vidriados polícromos para representar uno de los periodos de esplendor del arte mesopotámico, el desarrollado entre los ríos Tigris y Eufrates. De este excavador británico se exponen, además, algunos dibujos realizados a pie de obra que no carecen de interés.
Otro de los denominadores de las escenas expuestas de los relieves proclaman la superioridad del monarca y también se repite la representación del ejército asirio en acción o después de batallas. Es evidente que la mayor parte de estos relieves, que revestían los pobres muros de adobe de los palacios, tenían por objeto la exaltación de la figura real, así como la de impresionar con sus hazañas a cuantos tuvieren la oportunidad de postrarse ante él. Ya se sabe que el arte siempre ha estado al servicio de la propaganda y del poder del Estado.
Las salas del MARQ también acogen marfiles, platos de bronce decorados y figuras de terracota que provienen, en muchos casos, de artesanos fenicios o egipcios y que llegaron a las ciudades asirias como tributos o botines de guerra.
Otros de los elementos más valiosos por su importancia histórica son la serie de inscripciones en piedra o terracota en escritura cuneiforme y distintos documentos oficiales, administrativos, religiosos, de naturaleza médica, matemática o astronómica, que reflejan la complejidad de la cultura asiria. Cuando uno contempla estas magníficas inscripciones no puede dejar de emocionarse al recordar que la escritura nació en Ur, en las brumas lejanas del tercer milenio antes de Cristo.
Que ustedes disfruten de la visita.
Para consultar detalles de la exposición o ver un video sobre la misma, conviene visitar la página web del Museo:
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