Pinturas del ábside central.
Iglesia de Sant Climent de Taüll. Lleida.
Iglesia de Sant Climent de Taüll. Lleida.
Frescos originales en el MNAC. Barcelona. S. XII.
El siguiente comentario procede de la web de ARTECREHA:
Pantocrátor.
Ábside central. Iglesia de Sant Climent de Taüll. Lleida.
MNAC. Barcelona. S. XII.
La
pintura románica tiene como objetivo principal ilustrar a los creyentes
sobre el contenido de las sagradas escrituras, convirtiéndose la imagen
en vehículo de comunicación intelectual. Por ello la pintura cuenta con
dos características que son consustanciales a su estilo: su carácter
simbólico y su sentido narrativo. El primero responde a su contenido
religioso, que persigue una representación antinaturalista de la
realidad. El segundo procede de su propia intencionalidad divulgativa y
busca en la narración representada de los hechos, la explicación
sencilla de la palabra sagrada. Asimismo, desde el punto de vista de la
representación gestual es el fuerte contenido religioso el que provoca
representaciones de gran fuerza expresiva.
En
base a estos principios básicos se desprenden las demás características
que definen la pintura románica: de su sentido narrativo se deducen
algunas, como el perfilado de las figuras por medio de trazos muy
gruesos, la simplicidad en los detalles, la esquematización de las
formas o la utilización de una serie de convencionalismos que permiten
una lectura clara de las imágenes, como la superposición de registros,
los pies en forma de "V" o la perspectiva de líneas divergentes.
De
su componenda religiosa se derivan el resto de características
formales: la simetría compositiva, la rigidez, su hieratismo expresivo,
la frontalidad de las imágenes, y la intensidad del color, cuya
luminosidad es reflejo de una espiritualidad simbólica.
Los
elementos iconográfcios resultan imprescindibles en la pintura románica
pues se trata al fin y al cabo de un texto en imágenes. Se presentan en
una rígida jerarquización espacial y en una reiteración temática en la
que son recurrentes los temas del Pantocrátor o la Virgen, y narraciones
del Antiguo y el Nuevo testamento.
Original de la pequeña iglesia de San Climent de Taüll y hoy trasladado al Museo de Arte de Cataluña, el Pantocrator
que presidía su ábside es una de las pinturas románicas más conocidas
del arte español, y lo es tanto por la calidad excepcional de sus
soluciones plásticas, como por constiuir uno de los ejemplos
paradigmatícos de los aspectos formales e iconográficos de la pintura
románica que acabamos de comentar.
Todos
los rasgos generales de la plástica románica se manifiestan aquí, con
el objetivo principal de plasmar una imagen de la divinidad igualmente
propia de la época, autoritaria y severa en su actitud.
Desde el punto de vista iconográfico Cristo aparece como Juez, enmarcado en una mandorla donde se inscriben las letras alfa y omega,
símbolos del principio y fin de todas las cosas. Situado en lo alto del
ábside, preside un entorno que repoduce la imagen de la Jerusalén Celeste, que vendría a representar a la Iglesia triunfante.
La
actitud del Pantocrátor es la habitual, bendiciendo con una mano y
portando en la otra el libro sagrado con las palabras de Juan: "Ego sum lux mundi" ("yo soy la luz del mundo").
Alrededor de Cristo aparecen los cuatro Tetramorfos
(el León de San Marcos; el Hombre de San Mateo; el Toro de San Lucas y
el Águila de San Juan), cuyos símbolos son sostenidos por ángeles.
Completan el espacio un serafín y un querubín. Ya en
la parte inferior se representan enmaracados por una arquería la Virgen y
cinco apóstoles. Todo lo cual deja patente la jerarquización temática
que preside la composición de este ábside, así como una composición
simétrica y ordenada, característica también de la plástica románica que
se apoya en ella para simplificar su contemplación y lectura.
Desde
el punto de vista estético se trata de impactar al espectador sobre la
fuerza y el poder de la divinidad. La obra por ello es un perfecto
ejemplo de expresionismo pictórico medieval. En este sentido destaca en
primer lugar el tratamiento cromático, dominado en el entorno de Cristo
por un azul pleno y luminoso que rompe además la unida cromática
(predominantemente cálida) del entorno. Aunque son los rasgos del rostro
y el tratamiento de los pliegues los que rubrican la fuerza y el vigor
expresivo de este tremebundo Pantocrátor, en un perfecto ejercicio
además de esquematización visual para que su impacto expresivo sea más
directo sobre quien lo contempla. Así, los ojos son dos severos círculos
negros; la nariz, dos líneas paralelas que dividen el rostro y se
prolongan en unas cejas altas y abiertas que agrandan el gesto de la
cara; la barba y el pelo, un alarde de simetría compositiva y de
esquematismo lineal; y los pliegues del vestido, una suerte de trazos
paralelos que marcan el ritmo de líneas gruesas y contrastadas.
Todo
ello reduce la imagen a una estructura geométrica de la figura, con lo
que se consigue una abstracción de la realidad, representación perfecta
de una divinidad sobrenatural que "no es de este mundo". Otros
convencionalismos propios del estilo contribuyen asmismo a la concepción
abstracta de esta figura antinatural, así los pies en "V"; la
composición simétrica y la utilización de colores planos.
Pero
es además una divinidad que ha de infundir temor, temor de Dios, y es
la profunda expresión del rostro y el vigor de sus trazos, los que
transmiten esta sensación. Además, el canon mayor en la figura le otorga
un evidente carácter monumental. También contribuye a ello el efecto de
las rodillas, grandes y simétricas, o el gesto de la mano derecha, que
no solo traspasa la mandorla, sino que destaca también por contraste
cromático.
Este
sentido icónico, impregnado de fuerte hieratismo, encuentra al parecer
referencias de influencia bizantina, que también alcanzan a otras
representaciones románicas del entorno catalán.
Tomás, además del arte románico
ResponderEliminar¿Qué más entrará para el próximo examen?
Sara
Estimada Sara ¿no descansas nunca?
ResponderEliminarPara el próximo examen, además del Prerrománico, Mudéjar y Románico, entrará el gótico, que aún no hemos visto. Feliz Navidad.
Menudo contenido más interesante! Tengo la sensación de haber encontrado un tesoro de oro escondido!
ResponderEliminarMuchas gracias por publicar tus conocimientos en internet para que otros lo aprovechen, realmente es un magnifico blog.
Bravo!
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