Retrato de Picasso pintado por Juan Gris (1912)
93,4 x 74,3 cm., óleo sobre lienzo, Instituto de Arte de Chicago.
¡Aquí está, por fin, la auténtica ruptura! Los dos protagonistas de este cuadro son los artífices de una de las vanguardias históricas; el autor, Juan Gris, y el personaje representado, Pablo Ruíz Picasso, irrumpieron en el panorama artístico parisino para hacerse un hueco en la Historia del Arte con mayúsculas. Ellos inauguran una época de profundas convulsiones en el mundo de la creación artística. El cubismo es, a todas luces, un esfuerzo consciente y deliberadamente intelectual, de romper con la tradición figurativa que había fundamentado la pintura en el mundo occidental.93,4 x 74,3 cm., óleo sobre lienzo, Instituto de Arte de Chicago.
La deconstrucción del sujeto, o de un objeto, mediante planos de rígida geometría, sometía al arte de la representación a una tensión que lo acabará desfigurando. Ya nada volverá a ser como antes. ¿Qué es el arte?, nos preguntábamos al emprender este viaje. ¿Qué es arte?, nos preguntaremos a partir de las vanguardias. El cambio de lenguaje es, en lo fundamental, un cambio de discurso. De eso nos ocuparemos en lo que nos queda de curso.
Un curioso detalle del Wainwright Building de Saint-Louis (1891), obra de Louis Sullivan, perteneciente a la Escuela de chicago, es cómo se recubre parte de la fachada de este edificio racionalista (que lo es) con motivos vegetales (como en los Grandes Almacenes de Carson, Pirie and Scott, pero en aquel caso era en la planta baja). Resulta un guiño a otra corriente tan rupturista como diferente del racionalismo como es el Modernismo.
ResponderEliminarPero es un detalle insignificante porque los nuevos materiales surgidos con la industrialización (acero, hormigón armado...) y el ascensor (sí señor, invento fundamental para las nuevas alturas de los edificios, esos rascacielos que poblarán la devastada Chicago tras el incendio de 1871) abren nuevas posibilidades a la arquitectura (como la descomposición de la figura en las vanguardias en el caso de la pintura). El edificio se desenmascara y nos muestra con plena desnudez las líneas rectas esenciales que trazan su estructura. Así es como la Razón se impone al Historicismo y al Modernismo.
En muchos casos, la arquitectura racionalista no parece "bella" o "arte" a los ojos de los alumnos (al menos a mí me sucedía cuando impartía arte), lo cual evidencia la trascendencia de dicha corriente arquitectónica que ha convertido en "normal" una concepción del edificio, en su momento rupturista. Pero es que la novedad hace al genio y desplaza al imitador al anonimato.
Con todo, no es en las líneas rectas de los grandes almacenes o de los rascacielos donde para mí se encuentra lo más bello del racionalismo o de la nueva arquitectura que alumbra desde finales del XIX y principios del XX (Gaudí aparte), sino en las curvas de la iglesia de Notre Dame du Haut, en la espiral descendente del museo Guggenheim de Nueva York o en la simbiosis de naturaleza y arquitectura de la hermosa Casa de las cascadas de Wright. Aunque para gustos -ya se sabe-, los colores (...o los edificios).
Un saludo
¡Veo que seguís estando en forma! ¡Qué equipo tan excelente!...Ignacio, Yaiza, José Antonio y ¿lo adivináis? ¡Julián!, siempre en la sombra. Por otra parte, lo único que hay que lamentar es que pronto la función se acabe ¡Ay!
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