Tríptico del carro de heno. 1485-1490. El Bosco.En el recorte mostrado tres personajes tocan sus instrumentos delante del matorral que, de forma insólita, crece sobre el heno ya cortado que el carro transporta, mientras un ángel y un demonio los flanquean representados con minucioso realismo. Si contemplamos la imagen completa, veremos que detrás del carro cabalgan el emperador, el rey y el Papa, como si los grandes señores de este mundo tuvieran la costumbre de acompañar solemenmente a la hierba seca ¿Hierba seca? ¡El heno son las riquezas y los placeres de este mundo! (el Bosco siempre tan moralizante). Alrededor del carro se arremolinan hombres y mujeres que, ayudándose de escaleras, ganchos, horcas o de sus manos, intentan arrancar una porción del heno (¿Quién no desea ser feliz?). Pelean entre sí y algunos, en medio del fragor (¿competitividad diríamos hoy?) caen bajo las ruedas del carro. Si nos fijamos, el carro es arrastrado por unas extrañas criaturas; una de ellas, sin ser hombre ni pez, tiene algo de cada una de ellas (¡ Y creíamos que Dalí tenía una mente desbordante e imaginativa!). Son demonios salidos directamente del infierno. Detrás de ellos un grupo de gente se amontona intentando salir de un montículo de tierra con una trampillas de madera. El terreno árido del primer plano se contrapone al opulento paisaje del fondo, en la parte superior del cuadro, tan hermoso y apacible, como si quisiera reconciliar al espectador con el desorden caótico de abajo. Y, en lo alto, sobre un trono de nubes, Cristo resucitado (Dios padre) con los brazos extendidos en un gesto que bien podría ser de exasperación o de escándalo ante lo que sus ojos contemplan. O de impotencia. Cave cave...
El recorte que he elegido es, dentro de la vorágine de personajes y misteriosos y moralizantes significados, tal vez la escena más idílica. Tres personajes en perfecta armonía, un tañidor de laúd ricamente vestido, una muchacha y un muchacho, ambos jóvenes. Pero atención... semioculta en el matorral, se ve a una pareja besándose y alguien que les observa desde detrás de la planta. La composición nos invita a especular sobre las relaciones simbólicas: delante los que se comunican a través de la música (símbolo también de los placeres de este mundo), en el matorral aquellos que pasan a los actos (sexuales, se supone...) y detrás el espía o mirón. Todo es tan enigmático, que sólo algo resulta evidente: el demonio azul perturba la melodía del amor con su trompeta nasal y el ángel eleva los ojos implorantes hacia Cristo. El ángel es la única figura que parece percatarse de la presencia de Cristo; la humanidad, afanada como está en coger su parte del heno (los efímeros placeres de este mundo), vive ajena a ese ojo que todo lo ve. El hombre debe elegir entre el ángel y el demonio... ¿Están firmando un pacto con el diablo? Os dejo para que sigáis mirando esta insólita obra... tan actual ella.
11 comentarios:
Esta obra se llama "El carro de heno" es una de las pinturas más famosas de la producción total del pintor holandés El Bosco. Está realizado en óleo sobre tabla. La tabla central mide 135 x 100 cm, y las tablas laterales 135 x 45 cm cada una.El carro de heno representa el infierno de los vicios, denuncia el gusto por las riquezas terrestres tan efímeras, lo que anuncia las vanidades de los siglos siguientes.
Este recorte pertenece a la obra titulada "El carro de heno".
De la escuela flamenca y creación de Hieronymus van Aeken más conocido como El Bosco por el nombre de su villa natal, nos llega este tríptico que, abierto nos muestra el pecado en una serie de imágenes.
En el lado izquierdo muestra el origen del mundo, desde los ángeles caídos, al pecado de Eva. En el centro se ve la humildad arrastrada por el pecado, por ese carro de heno, métafora alusiva a los efímero y perecedero de las cosas de este mundo. Y a la derecha se ve el infierno que es el destino de los pecadores. En el tríptico cerrado aparece un anciano peregrino que recorre el camino de la vida plagado de peligros.
En el recorte podemos ver un pequeño diablo azul.
Este pequeño fragmento pertenece al tríptico de Caro de Heno que como bien has citado, esta en el museo del Prado de Madrid.
Esta obra pertenece al autor Hieronymus Bosch, conocido como el Bosco.
Esta obra está relizada con la técnica del oleo sobre una tabla de madera de medidas no muy grandes, pero algo más grandes que las que nos has mostrado estos días en clase. Sus medidad son: 135x100 cm (la central) y 135x45 cm (las laterales).
Podemos decir que se encuentra en la última parte del Gótico.
La imagen que nos has puesto en la parte por el todo, está sitúada en la parte central del trípico haciendo a su vez de eje para toda la pintura. La personas que observamos se encuentra en un carro de heno que de ahí proviene el nombre de la obra. Esta parte central nos narra un texto que escrivió el profeta Isaías.
Cada una de los laterales nos muestran puntos opuestos, ya que el de la izquierda nso meustra el cielo, es decir, e paraíso terrenal y el de la izquierda, nos enséña el infierno.
Al cerrar tríptico vemso un labrador, que nos muestra el duro camino de la vida.
Ya echaba de menos, buscar la parte por el todo.
Esta obra se llama el carro de heno y pertenece al autor holandés El Bosco.El carro de heno muestra el infierno de los vicios, denuncia el gusto por las riquezas terrestres tan efímeras, lo que anuncia las vanidades de los siglos siguientes.
la obr es el Tríptico del carro del Heno pintado por el bosco. Está realizado en óleo sobre tabla. El tríptico del Carro de heno, cuando está cerrado, presenta el tema del vendedor ambulante, atribuido al Bosco y su taller. Representaría así El camino de la vida, con un peregrino, una especie de ermitaño estoico acechado por los peligros del viaje, y que se resiste a las tentaciones representadas por la pareja que baila (lujuria), idea propia de la Devotio moderna. Una vez abiertas la de la izquierda está dedicada a la creación, el pecado y a la expulsión de Eva y Adán del paraíso.En el ala de la derecha presenta el infierno y el castigo de los pecados.El panel central muestra una escena de un carro de heno, y a esto se debe precisamente el título del cuadro, además esta basado en un texto del profeta Isaías, que habla de como los placeres y las riquezas del mundo se parecen al heno de los campos que se secan pronto y aún más pronto se acaban. Lo simboliza como algo efímero, pero atractivo.
Se trata de la tabla central del tríptico EL CARRO DE HENO, una obra realizada en óleo sobre tabla por el pintor holandés El Bosco.
Este tríptico, cuando está cerrado, representa el tema del vendedor ambulante atribuido al Bosco y su taller.
En la tabla lateral de la izquierda, se representa el paraíso terrenal. Este ala muestra cuatro episodios distintos: la caída de los ángeles rebeldes que mientras se precipitan cambian de forma y asumen aspecto de sapos e insectos. La creación de Eva a partir de una costilla de Adán. Aparece también el pecado original con la serpiente con cabeza de mujer y manos con garras y finalmente, la expulsión del paraíso terrestre coronado con una planta con espinas y varios frutos, uno de ellos picoteados por un pájaro como símbolo de lujuria, mientras el cardo simboliza las tentaciones de los sentidos.
La tabla de la derecha representa el infierno y el castigo de los pecados. Se representa como una ciudad incandescente, con diablos dedicados a la construcción de una torre.
Por último, en el panel central, se muestra la escena de un carro de heno. Este, está basado en un texto del profeta Isaías. En lo alto del carro, mientras una pareja de campesinos se besa observada por una lechuza, tres personajes se dedican a la música y un hombre observa la escena a cuya derecha un demonio azul con nariz de trompa y con la de pavo real participa en la melodía, mientras que a la izquierda un ángel se vuelve hacia el Cristo en el cielo en posición de rezar. La lechuza y el demonio pueden entenderse como la lisonja y el engaño. Guiando el cortejo que sigue al carro están el rey de Francia, el Papa y el Emperador; en el centro del cuadro se ve un homicidio; guiando el carro para conducirlo al infierno, representado en el ala de la derecha, están criaturas híbridas entre hombres y animales.
Un saludo, Bárbara.
Hola Tomás.
El recorte propuesto pertenece a la obra CARRO DE HENO cuyo autor es el Bosco.
El tríptico del Carro de heno, cuando está cerrado, presenta el tema del vendedor ambulante, atribuido al Bosco y su taller. Representaría así El camino de la vida, con un peregrino, una especie de ermitaño acechado por los peligros del viaje, y que se resiste a las tentaciones representadas por la pareja que baila (lujuria).
Una vez abiertas la de la izquierda está dedicada a la creación, el pecado y a la expulsión de Eva y Adán del paraíso.
En el ala de la derecha presenta el infierno y el castigo de los pecados.
El panel central muestra una escena de un carro de heno, y a esto se debe precisamente el título del cuadro, además esta basado en un texto del profeta Isaías, que habla de como los placeres y las riquezas del mundo se parecen al heno de los campos que se secan pronto y aún más pronto se acaban.
Bueno pues esto es todo, hasta la próxima :)
El carro de heno es una de las pinturas realizadas por el pintor holandés El Bosco.
El Bosco en la obra pretende relatar cómo todas las clases sociales quieren conseguir su parte de heno del carro, es decir, su parte de placeres y riquezas.
La escena puede estar basada en el proverbio flamenco que reza: «El mundo es un carro de heno, del cual cada uno toma lo que puede». Todo tipo de personas se agolpa junto al carro, y desde el Papa a los más plebeyos arrancan los puñados de paja. Es una aplastante sátira de un mundo que ha abandonado a Dios.
Hola soy miguel, me a costado mucho encontrar a que correspondía esta imagen.Esta imagen pertenece a la obra del carro de heno es una de las pinturas más famosas de la producción total del pintor holandés El Bosco. Está realizado en óleo sobre tabla. La tabla central mide 135 x 100 cm, y las tablas laterales 135 x 45 cm cada una.
Su fecha es discutida. La datación tradicional lo sitúa entre 1500 y 1502. El rey Felipe II lo compró en 1570 a los herederos de Felipe de Guevara y fue trasladado, en el año 1574 al Monasterio de El Escorial. Se hizo una copia que quedó en dicho monasterio, trasladándose el original a la Casa de Campo primero y a la colección del Marqués de Salamanca después. Con el comienzo de la Guerra civil española fue trasladado al Museo del Prado, para que su conservación fuera mejor, y es donde sigue estando en la actualidad.
Esta obra pertenece a la tabla central del Tríptico del Carro de Heno esta muestra una escena de un carro de heno, y a esto se debe precisamente el título del cuadro, además está basado en un texto del profeta Isaías, que habla de como los placeres y las riquezas del mundo se parecen al heno de los campos que se secan pronto y aún más pronto se acaban. Lo simboliza como algo efímero, pero atractivo.
Hola Tomas, la presente imagen corresponde a El carro de heno. Es una de las pinturas más famosas de la producción total del pintor holandés El Bosco. Está realizado en óleo sobre tabla. La datación tradicional lo sitúa entre 1500 y 1502. Actualmente se habla de 1516.
En esta obra las figuras alargadas con perfiles sinuosos son aún de matriz gótico internacional.Esta obra pertenece al la escuela flamenca.El tríptico abierto está dedicado al pecado.El lateral izquierdo muestra su origen en el mundo, desde los ángeles caídos al pecado de Eva. En el centro se ve a la humanidad arrastrada por el pecado, por ese carro de heno, metáfora de origen bíblico alusiva a lo efímero y perecedero de las cosas de este mundo.
Un saludo.
Efectivamente, queridos alumnos... era "El carro de heno" (un fragmento, claro). Una obra insólita a primera vista, pero llena de detalles muy significativos. La examinaremos a fondo en clase. Enhorabuena a los que ya son, sin duda, el mejor equipo de investigación artística de este blog.
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