Demuestra que eres capaz de hallar la imagen completa y que, además, estás en condiciones de comentar algunos de los rasgos de esta obra. Puedes dejar tu comentario en esta entrada. Recuerda que todo esfuerzo tiene su recompensa y que en este caso, no es menor gratificación dejarse deslumbrar por la belleza. Felíz viaje.
Neferu Atón Nefertiti (c. 1370 a. C. - c. 1330 a. C.).
XVIII Dinastía, esposa del faraón Akenatón o Ajnatón (Amenofis IV).
Su nombre se traduce como: "Bondad de Atón, la bella ha llegado"
XVIII Dinastía, esposa del faraón Akenatón o Ajnatón (Amenofis IV).
Su nombre se traduce como: "Bondad de Atón, la bella ha llegado"
Ficha técnica: escultura realizada en piedra caliza y yeso. Policromada.
Tipología: busto. Altura: 47 cm. Peso: 20 Kg.
Autor: Tutmose, artesano y maestro escultor durante el reinado de Akenatón (Imperio Nuevo). 1330 AC.
Tipología: busto. Altura: 47 cm. Peso: 20 Kg.
Autor: Tutmose, artesano y maestro escultor durante el reinado de Akenatón (Imperio Nuevo). 1330 AC.
El busto fue hallado en 1912 durante las excavaciones que se estaban realizando en el yacimiento de la ciudad real de Tell Amarna, la antigua capital de Egipto durante el reinado del herético faraón Amenofis IV o Akenatón. La pieza se halló levemente deteriorada, pues le falta la incrustación de ojo izquierdo y la oreja está descascarillada.
Contemplé, por primera vez en vivo, el busto de esta hermosa y popular reina egipcia en el verano de 2009, poco antes de que el busto fuese trasladado al recién rehabilitado Neues Museum de Berlín (el antiguo edificio había sido destruido en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial). El Museo Egipcio de Berlín estaba clausurado y las obras y piezas que éste exhibía habían sido dispersadas por los diferentes museos de la capital germana. He de reconocer que en su temporal ubicación en una de las salas del Altes Museum, el busto "casi" pasaba desapercibido. Se hallaba en una sala abigarrada de piezas y de visitantes, envuelta en una nube de flases y, para mortificación de los amantes de la fotografía, encerrada en una urna de cristal o metacrilato.
Debí de retroceder para "descubrirla" y verla por primera vez. Allí estaba: altanera y bella como un cisne, con la barbilla y el mentón afilados, desafiando el paso de los siglos. Es difícil percibir y describir las sensaciones que produce la contemplación de una obra de arte que ya se conoce por las inumerables reproducciones vistas con anterioridad. Pero el "aura" estaba allí, inexplicablemente. Fue un milagro el poder contemplarla en solitario, sin el agobio de los flases de los turistas pretendiendo atrapar su cálida belleza. La fina simetría del rostro, su sensual bronceado. Los ojos firmemente perfilados y orgullosos. Todo estaba allí intacto, a pesar de las leves dentelladas del tiempo. Intacto estaba, también, el sublime esfuerzo del escultor Tutmose por plasmar en la blanda caliza la belleza idealizada de la reina. Es tal la armonía que se percibe y que desprende, que todavía hoy ese rostro nos asombra con sus perfectas proporciones. Perfecta es la tiara ceremonial que porta, así como el pectoral adornado de abalorios. La pieza está perfectamente dividida en tres partes. He ahí la clave: su belleza reside en la prodigiosa armonía de las partes que configuran el busto. ¿Inventaron los griegos la noción occidental de belleza? o ¿Tal vez la aprendieron, como tantas otras cosas, de los egipcios? (ya sé que este busto es, por su realismo idealizado, una excepción en el convencional arte egipcio, más atento a la conservación de aquellos rasgos que vinculan la imagen con la eternidad y la vida en el más allá, pero...).
Es perfecta en su equilibrada composición: el busto se ensancha en la parte superior con la forma trapezoidal de la tiara, se estrecha en el rostro y vuelve a ensancharse en la base, coincidiendo con la mayor anchura de los hombros. Esta disposición refuerza la contemplación de lo que es esencial en esta escultura: el rostro. La forma arqueada del busto, como si Nefertiti se aproximara al espectador, todavía refuerza más esta sensación.
El busto realza su belleza mediante el tratamiento que el escultor hace del color, con tonos suaves y armoniosos, haciendo que resplandezca el azul turquesa perfectamente combinado con el tono ocre tostado de la piel.
Es perfecto el rostro: por el tratamiento de las facciones y la finísima ejecución de cada detalle. Las cejas simétricas y marcadas a través de dos líneas sutiles que abren la mirada; los ojos perfilados por el kohl. La nariz recta y precisa y los labios sensuales y carnosos, tan orientales. Todo ello en un rostro de cutis finísimo y delicado, como si la reina hubiera sido siempre joven, con esa tersura en la piel que sólo se posee entre la adolescencia y la primera juventud.
Y todo ello lo percibimos desde la serena distancia que otorga el tiempo. La reina nos contempla, orgullosa y bella, desde el interior de la urna en la que se exhibe. Su serena belleza todavía hoy nos asombra y conmueve pues, si hubiera que comenzar a escribir una Historia de la Belleza ¿Cómo no empezar por ella?
Debí de retroceder para "descubrirla" y verla por primera vez. Allí estaba: altanera y bella como un cisne, con la barbilla y el mentón afilados, desafiando el paso de los siglos. Es difícil percibir y describir las sensaciones que produce la contemplación de una obra de arte que ya se conoce por las inumerables reproducciones vistas con anterioridad. Pero el "aura" estaba allí, inexplicablemente. Fue un milagro el poder contemplarla en solitario, sin el agobio de los flases de los turistas pretendiendo atrapar su cálida belleza. La fina simetría del rostro, su sensual bronceado. Los ojos firmemente perfilados y orgullosos. Todo estaba allí intacto, a pesar de las leves dentelladas del tiempo. Intacto estaba, también, el sublime esfuerzo del escultor Tutmose por plasmar en la blanda caliza la belleza idealizada de la reina. Es tal la armonía que se percibe y que desprende, que todavía hoy ese rostro nos asombra con sus perfectas proporciones. Perfecta es la tiara ceremonial que porta, así como el pectoral adornado de abalorios. La pieza está perfectamente dividida en tres partes. He ahí la clave: su belleza reside en la prodigiosa armonía de las partes que configuran el busto. ¿Inventaron los griegos la noción occidental de belleza? o ¿Tal vez la aprendieron, como tantas otras cosas, de los egipcios? (ya sé que este busto es, por su realismo idealizado, una excepción en el convencional arte egipcio, más atento a la conservación de aquellos rasgos que vinculan la imagen con la eternidad y la vida en el más allá, pero...).
Es perfecta en su equilibrada composición: el busto se ensancha en la parte superior con la forma trapezoidal de la tiara, se estrecha en el rostro y vuelve a ensancharse en la base, coincidiendo con la mayor anchura de los hombros. Esta disposición refuerza la contemplación de lo que es esencial en esta escultura: el rostro. La forma arqueada del busto, como si Nefertiti se aproximara al espectador, todavía refuerza más esta sensación.
El busto realza su belleza mediante el tratamiento que el escultor hace del color, con tonos suaves y armoniosos, haciendo que resplandezca el azul turquesa perfectamente combinado con el tono ocre tostado de la piel.
Es perfecto el rostro: por el tratamiento de las facciones y la finísima ejecución de cada detalle. Las cejas simétricas y marcadas a través de dos líneas sutiles que abren la mirada; los ojos perfilados por el kohl. La nariz recta y precisa y los labios sensuales y carnosos, tan orientales. Todo ello en un rostro de cutis finísimo y delicado, como si la reina hubiera sido siempre joven, con esa tersura en la piel que sólo se posee entre la adolescencia y la primera juventud.
Y todo ello lo percibimos desde la serena distancia que otorga el tiempo. La reina nos contempla, orgullosa y bella, desde el interior de la urna en la que se exhibe. Su serena belleza todavía hoy nos asombra y conmueve pues, si hubiera que comenzar a escribir una Historia de la Belleza ¿Cómo no empezar por ella?
16 comentarios:
Nefertiti!!!
Estos labios pertenecen a la reina Nefertiti.
Ana María Ivorra Navarro
Estos labios pertenecen a la reina Nefertiti.
Ana María Ivorra Navarro
HOLA TOMAS SOY JOSE ESTEVE TU ANTIGUO ALUMNO, PESE A ELLO ME GUSTARIA PARTICIPAR POR ULTIMA VEZ A ESTE MAGNIFICO RETO QUE MAS DE UNA VEZ ME HA SERVIDO DE DISTRACCION Y DIVERTIDO A SU VEZ.
SE TRATA DE NEFERTITI, UNA GRAN REINA DE LA DINASTIA XVIII DE EGIPTO Y ESPOSA REAL DE AKENATON.
UN CORDIAL SALUDO.
Estos labios pertenecen a Nefertiti, la reina de la dinastía XVIII de Egipto y esposa de Akenatón. Este busto fue elaborado por Tutmose quien era el escultor real del faraón Akenatón. Está compuesto de caliza y yeso, pesa 20 kg y tiene una altura de 47 cm.
En este enlace podemos ver la imagen completa:
http://2.bp.blogspot.com/_sD9yQTE5QZQ/THr3nLulgfI/AAAAAAAAIlM/AK3C6-OoZ6E/s1600/NEFERTITI2.jpg
LORENA FERNÁNDEZ PALACIOS.
La foto pertenece a los labios del Busto de Nefertiti (1370-1330 a.C.). Es una escultura de bulto redondo o exenta. El rasgo principal de la obra es la naturalidad que hace que el rostro sea muy humano, también destaca la belleza y armonia en la obra.
Carlos Martínez Calleja
Estos labios deben pertenecer a una antigua diosa de Egipto llamada Nefertiti. La obra es de bulto redondo (busto), el método empleada debe haber sido la sustracción en la piedra caliza sobre la que está realizada la obra y la técnica es el esculpido. La imagen representada es la cara de una antigua reina egipcia, Nefertiti. La obra está basada en el ideal de belleza de la época, se representa a la reina con la barbilla alzada, lo que crea una apariencia de superioridad ante los que la miren, como símbolo de superioridad también lleva la corona que la representa como reina egipcia y mira fijamente al frente. En la escultura se representa su cara, aunque ya un poco estropeada por el tiempo. La obra está compuesta de diferentes colores, como son el azul y el dorado para realizar la corona, el marrón para las cejas y unas bolas de cristal que son sus ojos. El busto está realizado en piedra caliza y tiene una calidad táctil suave, ya que está pulida.
El busto tiene una interpretación simbólica, ya que al igual que el faraón, la reina también tenía una actitud de superioridad ante el pueblo. Por tanto, su intención seria honrar a la reina y realzar su superioridad. Este busto ha sido modificado, ya que un historiador de 1992 nos ha permitido saber que debajo del ideal de belleza, había otra capa, la cual contenía la verdadera imagen de la reina, ya que en los análisis que le realizaron descubrieron que la cara interior tiene mejillas menos prominentes, un pequeño bulto en la nariz y arrugas en la boca y en las mejillas.
Patricia García López
Buenas tardes. Pienso que la imagen que nos muestras en la "Parte por el todo" pertenece al Busto de Nefertiti esposa del Faraón Akenatón. El busto fue realizado por el escultor Tutmose en la época del Imperio Nuevo. El busto se encuentra en el Museo Egipcio de Berlín. El busto mide alrededor de los 47 centímetros y está hecho en caliza y yeso.
Saludos: Juan Carlos Guilló.
Estos labios pertenecen al BUSTO DE NEFERITI, también conocida como La Mona Lisa de Amarna, Reina pintada o La Bruja. El busto representa a la Reina Neferiti. Reina de la dinastía XVIII de Egipto. Este busto, hecho de caliza y yeso, fue elaborado por el Escultor Real Tutmose y es considerado una de las obras maestras del arte egipcio. Fue hallado en el año 1912 en Tell el-Arma.
Hoy en día, este busto está expuesto en el Neues Museum desde 2009.
Tania Ramírez Gea.
Los labios de la imagen pertenecen a el busto de Nefernefruaton Nefertiti, esposa de Akenaton, reina de la XVIII dinastía (hacia 1350 A.C).
El busto de esta reina, hecho de piedra caliza cubierto por capas de estuco de diferente grosor, presenta unos rasgos simétricos delicadamente esculpidos,como la nariz recta y pequeña, ojos almendrados (solo tiene una pupila) y unos labios carnosos pintados en rojo que esbozan una pequeña sonrisa.
Este busto presenta gran realismo, pero aun asi esta un tanto idealizado. Sobretodo sabiendo que en verdad ese no era su verdadero rostro, ya que hace poco unos investigadores de Berlín descubrieron mediante la prueba del TC que su verdadero rostro estaba oculto bajo la capa externa de la escultura, lo mas seguro es que el escultor que la esculpió (Tuthmose), adapto su busto a los cánones de belleza de la época.
Lo mas seguro es que este busto fuera creado para perpetuar el poder de la reina a trabes de los años y por tanto ser recordada, lo que esta claro es que lo ha conseguido por que esta escultura es muy conocida y considerada como una de las obras maestras del arte egipcio
firmado : Vanesa Godoy Alonso
Estos labios corresponen al busto de Nefertiti, que fue una gran reina de la dinastía XVIII.
Podemos ver, la rigidez de su rostro y su inexpresividad.
Tal y como se caracteriza el arte egipcio.
Además, podemos observar la simetría de sus facciones.
Nefertiti, tal y como dice su nombre "La belleza ha llegado", era realmente hermosa.
Daniel Sánchez Salas.
Estos labios pertenecen al busto de Nefertiti (c. 1370 a. C. - c. 1330 a. C.), Gran Esposa Real de Ajenatón. Su autor fue el Escultor Real, Tutmose o Dyehutymose, es un busto que data del Imperio Nuevo Egipto, durante la Dinastía XVIII de Egipto. Esta hecha de caliza y yeso y tiene una altura de 47 cm. Este busto es una escultura exenta que representa la gran belleza de Nefertiti, ya que ésta era reconicida por su imagen sublime.
Rocío Soriano
Bueno, bueno... para ser el primer recorte, no ha estado mal. Buen nivel de participación, aunque algunas intervenciones son demasiado escuetas, jajaja. Supongo que la próxima vez aumentaréis la dosis de esfuerzo e imaginación. Espero que hayáis disfrutado en vuestra búqueda (no era difícil. La próxima será más complicada.
Los labios pertenecen a la reina Nefertit de la dinastía XVIII de Egipto. El busto representa una imagen sublime. Alba Mollà Agulló
Estos labios pertenecen al busto de Nefertiti(c.1370-1330 a.C).Este busto es una escultura exenta, de la cual podemos destacar la gran belleza de su rostro y su elegancia.
Tomás soy Aroa te enviado el comentario de el cual dice:"Los labios de este busto pertenecen a Nefestiti (c.1370-1330 a.C.). Este busto es una escultura exenta de la cual podemos destacar la belleza del rostro y su elegancia". Se me ha olvidado poner mi nombre al final.
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