Este esquema os permitirá abordar el análisis y comentario del conjunto de la Alhambra de Granada, teniendo en cuenta los aspectos estructurales y ornamentales.
El dibujo representa el trazado de la planta del conjunto palaciego, el elemento más interesante, desde el punto de vista artístico, de cuantos conforman el recinto de la ciudad-fortaleza-palacio de la Alhambra.
Una PPT sobre este conjunto arquitectónico:
Arte Nazarí 1 from Tomás Pérez Molina
O este magnífico análisis y descripción que el grupo ARTECREHA hace de este palacio: |
”Palacio de los Leones. Alhambra.”
Granada. S. XIV.
La última dinastía musulmana que persevera en suelo peninsular será la nazarí o nasrí, nacida de la proclamación como sultán de Muhammad I
en 1232, en la ciudad de Arjona (Jaén). Un pacto con Castilla en 1246
permitirá la permanencia pacífica de esta dinastía hasta 1492. De inmediato la nueva dinastía establece la capital en Granada,
concretamente en 1237 y un año después se funda la ciudad palatina de La Alhambra,
sin duda el mejor ejemplo del esplendor alcanzado por el arte nazarí.
En éste hay que distinguir, no obstante, dos tipos de arquitectura: la
funcional, propia de edificios menores y caracterizada por su mayor
austeridad; y la de carácter suntuoso, con una mayor vocación ornamental
o decorativa, propia de las construcciones palatinas, caracterizadas
por sus revestimientos de mármol, zócalos alicatados, yesos labrados,
techumbres de madera y un virtuosismo decorativo de filigrana donde se
integran perfectamente motivos de lacería, ataurique y caligráficos.
Otros elementos característicos, serían las columnitas de finísimos
fustes, los capiteles delicados de mocárabes, los arcos angrelados y de
mocárabes, las cúpulas de mocárabes, etc.
En el arte nazarita, como ya había ocurrido en el de Taifas, prevalece
la arquitectura civil sobre la religiosa, encontrando en el amplio
complejo palacial de la Alhambra su manifestación más elocuente.
La Alhambra se construye junto al río Darro y frente al Albaicín, sobre una colina rojiza que dará nombre al conjunto, conociéndose por ello con el nombre de Al Qalat Ahmra
o “Fortaleza roja”. Está constutida por una fortaleza o alcazaba que
protege la ciudad desde su vértice angulado y una serie continuada de
palacios cuya construcción va sucediéndose en el tiempo: primero se
construye el Generalife, que no se halla dentro del recinto palacial de la Alhambra
porque se encuentra fuera de su circuito defensivo y al otro lado de la
muralla. Lógico si tenemos en cuenta que se concibe como una residencia
de recreo que buscaba el alejamiento del espacio militar, función
original del primer recinto de la Alhambra.
Algún tiempo después se construye el primer palacio dentro del recinto amurallado, El Partal, que no obstante mantiene su función de esparcimiento y recreo.
Pero será durante el S. XIV cuando la edilcia palatina de la Alhambra alcance todo su esplendor, bajo el mecenazgo precisamente de dos de sus sultanes más activos: Yusuf I, que inicia el Palacio de Comares, y Muhammad V, que completa la obra del anterior y construye el Palacio de los Leones, completando un conjunto palacial que se ha dado en llamar la Casa Real Vieja.
De todos ellos probablemente sea el Palacio de los Leones el más
completo en el desarrollo pleno de todos los recursos arquitectónicos y
ornamentales del arte nazarita. Como tal palacio musulmán sigue una
estructura habitual de patio abierto central, que sirve como
distribuidor de las estancias principales que se reparten entre sus
cuatro lados. El agua conserva su protagonismo como elemento dinamizador
del espacio abierto, en este caso por medio de la famosa fuente de los leones que da nombre al conjunto palacial.
Hasta no hace mucho tiempo se pensaba que el Palacio de Comares y el de
los Leones tenían una funcionalidad complementaria y que si aquél
asumía el papel de sede oficial del sultanato, el de los Leones serviría
como residencia privada o de recreo. Pero no es así, el de los Leones
es un palacio indepeniente, de tal modo que la intención de Muhammad V al construirlo sería la de levantar una réplica al Palacio de su padre, colocando su trono en el llamado Mirador de Lindaraja y estableciendo su despacho en la llamada Sala de las dos hermanas.
Su construcción data del primer periodo del reinado del propio Muhammad V entre 1354 y 1359, porque cuando vuelve al trono en 1362, el Palacio sirve de marco a las fiestas de su nueva entronización.
El patio dispone una estructura cruciforme, con dos templetes en los
lados menores que avanzan hacia el patio, de tal forma que la
interrelación espacial es plena, no distinguiéndose fácilmente cuándo
empieza el jardín y cuando acaba la edificiación. Otra peculiaridad es
que en los cuatro lados del patio se abren pórticos, a base de arquerías
sobre columnas de mármol, de aspecto muy frágil. Éstas se distribuyen
exentas o agrupadas en grupos de dos o de tres, lo que otorga al
conjunto unos ritmos arquitectónico muy variados.
Los capiteles responden al mismo esquema ornamental que en el Palacio de Comares, siendo igualmente de dos tipos, o de ataurique, de hojas de acanto muy estilizadas, o de mocárabes. Los arcos actúan como pantallas visuales, siendo o bien igualmente de mocárabes, o festoneados.
La decoración es profusa con una clara intención de horror vacuii,
de azulejos en los zócalos, y encima yeso y madera, que reproducen todo
un repertorio infinito de temas epigráficos, atauriques y lacerías.
En cuanto a la fuente propiamente dicha está formada por doce leones en
pie colocados circularmente, que pertenecieron a un palacio de S. XI, y
que en su día quisieron rememorar la vieja fuente del antiguo Palacio
de Salomón, que al parecer era muy similar. La taza superior, ya fue
mandada labrar por Muhammad V en el contexto general de las obras de nuevo Palacio de Los Leones.
Alrededor del Patio se disponen como es habitual el resto de las estancias palaciegas: En el lado Norte, la Sala de las dos Hermanas; al sur la Sala de los Abencerrajes; y en los lados mayores, al oeste, la Sala de los Mocárabes, y al este la Sala de los Reyes.
En el lado Norte, en uno de los lados mayores del Palacio se dispone como decimos la Sala de las dos Hermanas, así llamada ya en un poema de Ibn al-Jatib
fechable a mediados del S. XIV. No es por tanto como se pensó durante
mucho tiempo, un nombre moderno que derive de la disposición en la sala
de dos grandes losas de mármol, gemelas, que adornan a los lados la
fuente central de la estancia. La verdadera función de la Sala de las dos Hermanas era la de Mexuar de Muhammad V. Al fondo del mismo, el Mirador de Lindaraja o de Daraxa, haría las veces de Salón del Trono, muy similar al que Yusuf I
abría en el Salón del Trono de Palacio de Comares. La sala presenta
planta cuadrada cubierta con una espectacular cúpula octogonal de
mocárabes, apoyada sobre trompas.
En la parte sur del Palacio, se localiza la Sala de los Abencerrajes, llamada así porque en este lugar fue decapitado el Jefe de la familia del mismo nombre, por orden del sultán Muhamadd IX,
que por cierto, más tarde correría la misma suerte en este mismo lugar.
La habitación se utilizaba en su planta baja para organizar los
festines de la época invernal, disponiéndose los comensales en las dos
alcobas laterales, que están separadas de la estancia central por arcos
gemelos. La parte alta de la estancia se acondicionó como vivienda
privada.También esta Sala se cubre con una cúpula de mocárabes sobre
trompas y tambor de planta estrellada.
En uno de los lados menores del Palacio y en concreto en su parte occidental, se abre la Sala de los Mocárabes, que servía de vestíbulo de entrada y cuya cúpula de mocárabes que daba nombre a la Sala, quedó destruída por la explosión de un polvorín cercano en 1590, siendo sustituída en la época de Felipe IV por el actual techo barroco de escayola.
Finalmente, en el otro lado menor, en su parte oriental, se abre la famosa Sala de los Reyes,
estancia ideada para los banquetes de verano al estar directamente
abierta al patio central a modo de estancia porticada. Su planta
rectangular se divide en siete tramos cuadrados y rectangulares
alternativamente, divididos por arcos atajos de mocárabes. Los tramos rectangulares, más sombríos, abren al fondo unas alacenas
cuadradas donde se prepararían los manjares para los festines. A su
vez, los tramos cuadrados mucho más luminosos al dar paso directamente
al patio, abren al fondo alcobas rectangulares para solaz de los
invitados.
Presenta una curiosa decoración pintada, de influencia cristiana, al igual que puede observarse decoración mudéjar
en los propios arcos atajos. Todo ello consecuencia del intenso
intercambio artístico y cultural que se produce entre ambos reinos, y
que es producto a su vez de la estrecha amistad que unió las personas de
Pedro I de Castilla y Muhammad V.
Escrito por Ignacio Martínez Buenaga (CREHA)
fuente: http://www.artecreha.com/Miradas_CREHA/palacio-de-los-leones-alhambra-de-granada.html
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2 comentarios:
Me fue de gran ayuda la información de este blog, Muchas Gracias.
Enhorabuena por el artículo, muy didáctico!
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