En la clase de hoy nos hemos aproximado a la "lectura" de la obra de arte utilizando como ejemplo la conocida obra de Leonardo da Vinci, "La última cena" (gracias Pedro, tú sabras entender si lees eta entrada). En los dos esquemas anteriores se sintetizan los pasos que hemos seguido en ese proceso. Por un desliz técnico el primer esquema debería haber aparecido en segundo lugar, pero este hecho no altera el resultado. Leed primero el esquema de fondo negro y, después, el de fondo rojo. Ambos son complementarios porque redundan en la misma idea: la necesidad de formarnos para aprender a mirar de forma consciente la obra de arte.
En la clase de hoy nos hemos aproximado a la "lectura" de la obra de arte utilizando como ejemplo la conocida obra de Leonardo da Vinci, "La última cena" (gracias Pedro, tú sabras entender si lees eta entrada). En los dos esquemas anteriores se sintetizan los pasos que hemos seguido en ese proceso. Por un desliz técnico el primer esquema debería haber aparecido en segundo lugar, pero este hecho no altera el resultado. Leed primero el esquema de fondo negro y, después, el de fondo rojo. Ambos son complementarios porque redundan en la misma idea: la necesidad de formarnos para aprender a mirar de forma consciente la obra de arte.
3 comentarios:
Jajaja ya nos enseñarás a mirar las obras de arte cuando nos lleves a Madrid, lo dejo caer.
Sara
Tomás, Gombrich dice que los historiadores de arte son capaces, en ocasiones, de identificar una obra de arte falsa. ¿Tú serías capaz de identificar algo así? Ha dicho que hay que haber comparado varias obras y que es difícil, pero ¿Es meramente una exageración o lo dice de verdad?
Respecto a lo que hemos hablado estos días de qué nos impulsa a crear el arte, estas dos frases me han parecido las más adecuadas desde mi punto de vista:
- Hablando con precisión, el pintor no debe preguntarse cómo ve el mundo, sino cómo puede proyectar en una superficie plana aquello que ve.
- Si solamente pudiéramos experimentar aquellas realidades que se pueden nombrar o expresar en palabras, nuestra experiencia vital sería muy empobrecedora.
Sara
Hola otra vez Sara, parece que has tomado carrerilla, jajaja...
Vayamos por partes: ¿Madrid? no me suena de nada...
Sobre mi capacidad para distinguir una obra original de otra falsa, lamento decepcionarte, pero no llego a tanto, soy un simple profesor de instituto, no un experto... como habrás deducido tras la lectura de la conferencia de Gombrich. Y ciertamente él no exagera, de hecho son ese tipo de expertos los que evalúan la calidad de una obra y contribuyen a determinar su valor y, en consecuencia, su precio de mercado si viene al caso.
Las frases que has elegido son interesantes, sobre todo la segunda, con la que yo estoy muy de acuerdo. La vida sería bastante gris sin la emoción que la obra de arte puede suscitar en nosotros.
Otro saludo.
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