Un cuaderno de bitácora para navegar por la historia del arte. Cada entrada está relacionada con algunos de los estadios de la creación artística a lo largo de la Historia. Desde la Prehistoria hasta la más rabiosa actualidad. Todo un curso al ritmo pausado del calendario. Para aquellos que consideran que el arte existe porque la vida no es suficiente.

10/27/2009

LAS LÁGRIMAS DE EROS

La muerte de Cleopatra , de Jean-André Rixens (1879)
Tipo:Óleo sobre lienzo - Medidas: 195 x 286 cm - Úbicacion: Musée des Augustins, Toulouse


"Eros y Tanatos, pulsión de vida y pulsión de muerte. La relación entre estos dos elementos en una exposición temática que recorre como el arte, ya sea pictórico, fotográfico o escultórico, se ha acercado al mundo del erotismo. Con el ojo puesto en Georges Bataille y su obra 'El erotismo', esta exposición le hará reconsiderar conceptos como el de orgasmo, el amor o el tabú en un recorrido tan intenso como sensual. Atrévase"


Así nos invita el Museo Thyssen de Madrid a visitar su exposición sobre el erotismo en el arte. Si no puedes ir a Madrid, al menos puedes visitar el siguiente enlace:
http://www.elpais.com/especial/museo-thyssen/lagrimas-de-eros.html

o en el propio museo, este otro:
http://www.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2009/Lagrimas-de-Eros/fundacion3.html

10/07/2009

TRES IMÁGENES DE ESCULTURA EGIPCIA




















Aquí tenéis tres imágenes representativas de la escultura egipcia. Se trata de deducir, a partir de su observación, las características generales de la escultura egipcia.

El libro de texto propone estas preguntas:
- ¿Cuáles son las principales características de la escultura egipcia?
- Explica cuáles son las tipologías escultóricas más importantes
- Señala y explica las temáticas más importantes de la escultura egipcia.

esta entrada va dedicada a quellos que aún no disponen de libro de texto.
De nada.

10/01/2009

REVISA TU COMENTARIO DE PINTURA: EL DESCENDIMIENTO


1. FICHA TÉCNICA DE LA OBRA
Título: El descendimiento
Autor: Roger Van der Weyden (*)
Patrocinador: este cuadro es la sección central de un tríptico pintado por encargo de la guilda o cofradía de los ballesteros de Lovaina, para la capilla que tenían en la iglesia Onze Lieve Vrouw van Ginderbuiten (Nuestra Señora Hors-les-Murs). En honor a dicho gremio, el artista incluyó diminutas ballestas en los ángulos de la composición.
Fecha de realización: c. 1435
Localización: Museo del Prado, Madrid
Estilo histórico: Primitivos Flamencos (Gótico, Baja Edad Media)
Técnica pictórica: óleo sobre tabla (medidas: 220 cm. X 262 cm.)
Tema: religioso (Cristo bajado de la cruz. Los Evangelios hablan de ello: José de Arimatea pidió a Poncio Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesucristo para enterrarlo).

(*) Parece que en origen esta obra era la tabla central de un tríptico, completado por una Resurrección y unas imágenes de santos, pero se desconoce su paradero. Felipe II, gran admirador del arte flamenco, trató infructuosamente de comprarla; por ello, encargó a Michel Coxcie, pintor y copista real, que le hiciera una copia para colgar en El Escorial. Años más tarde, la tía del emperador, María de Hungría, consiguió adquirirlo para la colección real española, a la que llega en 1574, de modo que una segunda copia fue realizada para que permaneciera en la capilla de los Ballesteros. La primera de Coxcie es la que actualmente pende de los muros de El Escorial. La tabla original del Descendimiento se encuentra en el Museo del Prado desde 1939.

2. EL AUTOR Y SU ÉPOCA
Rogier Wan Der Weyden fue uno de los artistas más importantes entre los primitivos flamencos del siglo XV. También se le conoce por Rogier o Rogelet de la Pasture, lo que ha provocado en múltiples ocasiones el error de pensar que estamos ante dos personas diferentes. Nace hacia 1400 en Tournai, donde realiza su aprendizaje con Robert Campin durante seis años. Quizá antes hubiera estudiado escultura junto a su padre, pero el éxito lo obtendrá con el arte de los pinceles. En 1432 Rogier ya es maestro y contribuye a la decoración del Palacio Municipal de Tournai; tres años más tarde está en Bruselas, donde logra gran reputación y una interesante fortuna. Quizá en 1450 visitara Roma y Florencia. Como buen pintor flamenco, Van der Weyden va a dedicar especial atención a los detalles, el vivo colorido y el realismo de las figuras, pero a esto se debe añadir el dramatismo que caracteriza sus escenas, como elemento esencial de su pintura. Murió en Bruselas en el año 1464 después de haber trabajado para la alta nobleza flamenca, retratando a muchos de sus miembros.
Fuente: http://www.artehistoria


3. ANÁLISIS FORMAL Y ESTILÍSTICO:
Es la tabla central de un tríptico, cuyas alas laterales han desaparecido. Tiene forma rectangular, con un saliente en el centro de la parte superior, en el que se encuentra la cruz y un joven encaramado en la escalera, que ha ayudado a bajar el cadáver.
Este Descendimiento de Cristo fue planteado como pintura que traduce los esquemas de los retablos escultóricos alemanes y flamencos de esa época. Éstos se componían habitualmente de una caja espacial estrecha, en la cual se colocan a manera de friso los personajes esculpidos, frontales y ajustados al escaso fondo que se les concede. Este planteamiento es el mismo que observamos en el Descendimiento de Van der Weyden: todas las figuras se distribuyen en un primer plano, yuxtapuestas pero procurando que ninguna oculte a las demás.
La evocación del estilo escultórico consigue volumen y modelado en los cuerpos, que se aprecia de manera sobresaliente en el cuello de la mujer que se encuentra en el extremo derecho de la composición. Las figuras, diez en total, son Cristo muerto, María, San Juan y los santos varones y mujeres, incluida la Magdalena. Todos ellos llevan hermosos ropajes, cuyas texturas permiten diferenciar terciopelos, sedas, damasquinados, etc. Es también una característica propia del arte flamenco ésta de resaltar la calidad de las materias que aparecen. Es un indicativo del poder del que encarga la pintura. Además, todo el fondo está recubierto por riquísimas láminas de pan de oro, y abundan los azules y los verdes, pigmentos que proceden de moler piedras semi-preciosas. El fondo dorado, además de una ostentación de riqueza, impide que la mirada del espectador profundice en otra cosa que no sea la escena, desarrollada por este marco en un espacio mágico e irreal, sin referencias humanas.
El dibujo es exquisito y preciosista (gracias a los avances de la técnica del óleo); los contornos de las figuras aparecen bien definidos y el detallismo alcanza un grado extraordinario, hasta el punto de que se muestran las calidades de los objetos. Hasta este momento la técnicas utilizadas en la pintura eran el temple y el fesco o pintura mural, el óleo supondrá una revolución en el arte de la pintura.
Los ropajes y el claroscuro proporcionan los efectos lumínicos. Los colores fríos caracterizan a los personajes más patéticos: las mujeres y el joven subido a la escalera; los demás personajes visten colores cálidos. El contraste cromático acentúa el dramatismo de la escena. Los colores son, en todo caso y gracias a la técnica del óleo vivos y brillantes, de gran intensidad. La superposición de capas y veladuras permite al pintor conseguir la perfecta representación de la textura de las telas, rostros y objetos.
El espacio ha sido representado de manera peculiar: el pintor simula una caja poco profunda en la que, a modo de escenario, se sitúan los personajes en un primer plano. En los extremos de ese espacio virtual la luz se oscurece para simular algo de profundidad de manera semejante a un cajón de forma apaisada y poco profundo. Roger van der Weyden encaja a las figuras en un espacio apaisado, en forma de urna. El fondo es liso, de oro, elemento típicamente gótico; de este modo, las figuras parecen esculturas policromadas. Tradicionalmente, los retablos escultóricos eran más costosos y cotizados que los pintados; se puede decir que el artista recreó con trucos ópticos un grupo escultórico que hubiese resultado mucho más caro. El fondo de oro tiene además un sentido simbólico, como ya se le daba en Egipto: simboliza la eternidad y es propio de lo divino.
En el primer término, abajo, hay un pequeño fragmento de paisaje, con pequeñas plantas, un hueso alargado y una calavera junto a la mano de María desmayada. Presentar un pequeño matorral vivo junto a la calavera podría aludir a la vida después de la muerte, tal como sostienen las creencias cristianas. La ausencia de paisaje en el resto del cuadro centra toda la atención en las figuras, que se alojan en un espacio reducido. Tal como se describe en los Evangelios, José de Arimatea envuelve el cuerpo de Cristo en un paño blanco del lino, impregnado de sustancias aromáticas. Aparece un anciano de barba blanca identificado como Nicodemo. José de Arimatea y Nicodemo sostienen el cuerpo exánime de Cristo con la expresión de consternación a que obliga el fenómeno de la muerte.
Hay dos parejas de figuras que se representan paralelamente: María Magdalena y Juan en los extremos englobando el grupo en una especie de paréntesis, y la Virgen María y su hijo Jesucristo en el centro. Al lado derecho, María Magdalena se dobla, consternada por la muerte de Cristo. Es la figura más lograda de todo el cuadro en cuanto a la expresión del dolor. Su movimiento corporal se repite en la joven figura de Juan, vestida de rojo, en el borde izquierdo. Por su parte, la Virgen María es representada sufriendo un desfallecimiento y doblándose. Jesucristo aparece en la misma posición que su madre, lo que significa que los dos sufren el mismo dolor, ilustrando así en la Compassio Mariae, esto es, en el paralelismo entre las vidas de Cristo y la Virgen. Las figuras recrean un grupo escultórico y resaltan sobre el fondo liso. Ayudando al efecto de profundidad, el artista incluye en trampantojo sendas tracerías góticas en los dos ángulos principales; estos ornamentos eran comunes en retablos escultóricos y en nichos funerarios. Su composición axial vertical y horizontal, rigurosamente estructurada y equilibrada, se inscribe en un óvalo. Las posiciones del brazo de Jesucristo y de la Virgen expresan las direcciones básicas de la tabla. Puede trazarse una diagonal de la cabeza del joven que ha liberado a Cristo hasta la Virgen y el pie derecho de San Juan. Los rostros están alineados horizontalmente, alineación que viene suavizada por la línea ondulada de las expresiones corporales de los personajes.

4. TEMÁTICA E INTERPRETACIÓN
El tema del descendimiento de Cristo ha sido extraido del Nuevo Testamento, de los Evangelios. Allí se dice que José de Arimatea pidió permiso al gobernador romano, Poncio Pilatos, para dar sepultura al cuerpo de Cristo, después de que éste fuese crucificado en la cruz. El tema había sido ya tratado por otros artistas, pero Van der Weyden lo eleva de categoría en esta obra, que ejerció una enorme influencia en su tiempo, siendo copiada desde fechas muy tempranas.
El mensaje fundamental de la obra es la Redención de los hombres a través de la Pasión. Se pretendía conmover al fiel, representando en toda su crudeza el cuerpo muerto de Cristo, sus heridas, el sufrimiento de su Madre.
Van der Weyden ha representado a María Magdalena con un cinturón que simboliza la virginidad y la pureza. Este cinturón se encuentra alineado con los pies de Cristo y la cabeza de la Virgen, y en él aparece una inscripción que hace referencia a ambos: IHESVS MARIA.
La vestimenta de los personajes sirve como símbolo de su clase social. Ninguna de ellas permitía representar las calidades de los objetos y de las telas como la pintura al óleo. De esa manera, Van der Weyden en esta pintura se explaya, en la concreción de las calidades y dependiendo de la clase social del personaje selecciona visón, seda, brocados, raso de azul, lapislázuli para la Virgen...
Es, en definitiva, un cuadro cargado de simbolismo religioso. El pintor desplegó en esta escena toda una gama de exquisitos matices y de doloridas expresiones, con una profunda emoción religiosa, provocando la emoción del espectador ante las expresiones de los personajes. NUNCA ANTES EL DOLOR HABÍA SIDO PINTADO DE FORMA TAN HERMOSA.

9/30/2009

REVISA TUS COMENTARIOS DE ESCULTURA: HOMBRE CAMINANDO.



Ficha técnica:
Hombre caminando es una de las obras que mejor sintetiza el estilo del escultor suizo Alberto Giacometti. Su obra está enmarcada dentro de la escultura del s. XX. Esta obra es del año 1960.
La escultura es una estatua exenta (bulto redondo) que se compone de una sola pieza de bronce de 1.92m de altura.

Contextualización de la obra y el autor:
Existen varias copias de Hombre Caminando, repartidas por varios museos y galerías del mundo. Museo: Louisiana Kunstmuseum. Humlebæk
Pintor y escultor suizo nacido en Stampa. Después de estudiar en Génova y Roma (Italia), en 1922 se instaló en París. Allí se convirtió en uno de los principales escultores surrealistas de la década de 1930, con una obra llena de ingenio e imaginación. Su obra surrealista más sobresaliente quizá sea El palacio a las 4 de la madrugada (1932-1933, Museo de Arte Moderno, Nueva York, Estados Unidos), se trata de un esqueleto arquitectónico que sostiene figuras y objetos suspendidos, y expresa la subjetividad y fragilidad de los sentidos temporal y espacial en el ser humano. En 1948 expuso sus obras después de experimentar durante doce años en el campo de la escultura y de la pintura. A partir de estos trabajos desarrolló un estilo muy personal de figuras frágiles pero de una enorme expresividad. Impregnadas de melancolía, sus pinturas y esculturas reflejan un sentido débil de la existencia, como si sus personajes sufrieran una constante amenaza de destrucción por parte del espacio que los rodea. Hacia el final de su carrera, Giacometti, aclamado unánimemente como uno de los mayores escultores del siglo XX, luchó denodadamente para que se reconociera la importancia de su trabajo pictórico. A lo largo de su vida realizó más de 350 lienzos. Sus retratos tienen un fuerte aire icónico, como en el cuadro La madre del artista (1950, Museo de Arte Moderno), en el que la figura sentada parece estar a punto de desaparecer en medio de la maraña de líneas y trazos que recorren la sala con unos muebles levemente inquietantes, o el Retrato de mujer (1965, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid, España), donde el artista representa a su ama de llaves.
(Fuente: WWW.epdp.com)

Análisis formal de la obra:
Hombre caminando es una de las obra más conocidas y que mejor sintetiza el estilo del escultor suizo Alberto Giacometti. La escultura se compone de una sola pieza de bronce de 1.92 m de altura, que no ha sido pulida, ya que la textura que se aprecia es áspera y rugosa.
La obra representa a un hombre caminando, las piernas muy abiertas con forma de tijera y los brazos pegados al cuerpo. La imagen resulta muy dinámica, pues los talones parecen querer despegarse del suelo. El cuerpo ha sido deformado, estirado y resulta extremadamente fino y delgado. Se trata de una forma esquemática, aunque naturalista, en el que el ser humano ha quedado reducido a las líneas esenciales. Desde el punto de vista formal la obra ha sido concebida con una simplicidad casi primitiva. En la composición, el cráneo, la espalda y la pierna izquierda forman una línea recta que se proyecta hacia adelante, en diagonal, acentuando el dinamismo de la figura, que parece avanzar hacia adelante.

Interpretación de la obra:
La delgadez extrema de este hombre caminando ofrece la imagen de un ser frágil, expuesto, a pesar de su dinamismo, a la intemperie de la existencia. Estamos, pues, frente a una obra de gran carga existencialista, ya que no se representa a un hombre concreto, sino al “Hombre”. La obra está dotada de gran expresividad y transmite fragilidad y debilidad, como si el hombre representado sientiese una amenaza de destrucción por el medio que le envuelve.
Desde el punto de vista formal, la obra sigue siendo figurativa, pero es evidente el distanciamiento del autor de las formas convencionales de la escultura naturalista, que tuvieron en Rodin al máximo exponente en el cambio de siglo (XIX-XX). La obra hay que situarla, pues, en un contexto de dislocación de las artes plásticas, propio del arte contemporáneo, en el que ya no priman valores como la belleza o la correcta representación formal, sino otros de carácter conceptual y existencial. Parecería como si con estas figuras el autor quisiera mostrarnos los aspectos más trágicos y desoladores de la existencia humana, influenciado a fondo por los acontecimientos de la época que le había tocado vivir. Todo ello es lo que hace tan original la obra de un artista que reflejó con su peculiar mirada el mundo que le rodeaba. "Lo que veo me preocupa" afirmaba Giacometti. No era para menos.

REVISA TUS COMENTARIOS DE ESCULTURA: EL ARA PACIS DE AUGUSTO


LOS RELIEVES DEL ARA PACIS (FRAGMENTO)
ficha técnica:
Relieve del Ara Pacis de Augusto. (13-9 A de C.). Roma. El “Altar de la Paz” fue promovido por el Senado romano para conmemorar los triunfos del emperador Augusto en Hispania y la Galia. Se situó en el Campo de Marte. El estilo histórico es el del relieve histórico-narrativo romano, dentro de la época del Alto Imperio. Se trata de uno de los relieves realizados en mármol blanco que decoran el exterior del altar.

El contexto histórico:
Era el año 13 a.C. Los recientes triunfos de Octavio, que será el primer emperador romano, en la pacificación de los territorios de Hispania y Galia, llevarán al Senado a promover la realización de esta obra, dotada de un profundo contenido simbólico y propagandístico. El primer emperador será comparado con Eneas, mítico fundador de Roma, y con él la ciudad entrará en una nueva Edad de Oro, que será cantada, entre otros poetas, por Virgilio. El nuevo gusto por el mármol, las formas del relieve y los detalles de la vestimenta, definen el clasicismo propio de estos primeros tiempos del imperio. Esta obra recuerda los frisos del Partenón realizados por Fidias en el s. V a de C.

Descripción y análisis formal de la obra:
El ara se alza sobre un alto pedestal escalonado, dentro de un recinto murado de 11 por 10 metros, casi cuadrado, y con dos puertas de acceso, una al este y otra al oeste. Al interior está decorado con relieves de guirnaldas de frutos y flores, símbolo de la prosperidad. En los relieves exteriores encabezaba Augusto una larga procesión que, como la de las Panateneas en el Partenón, se dirigía en dos columnas a la puerta del templo. En los relieves se podía ver al Princeps, a su familia, a sus amigos y colaboradores -Mecenas entre ellos- dirigiéndose al sacrificio en solemne cortejo. Un senado agradecido y un pueblo regenerado asistían al acto, realizadas las escenas con un sobresaliente naturalismo, aunque en un contexto de serena idealización. En los frisos laterales se representa la procesión de la familia imperial y otras personalidades (magistrados, senadores, sacerdotes, etc.), que desfilan silenciosamente, imbuidos de una severa gravedad.
La procesión se enmarca en un espacio rectangular y de forma apaisada; en él, la perspectiva y el uso de distintos planos de intensidad en el relieve y modelado de las figuras, le permiten al autor representar de forma jerarquizada a estos personajes; en un primer plano los principales, en planos inferiores los secundarios. La procesión cíviva no resulta pesada, a pesar de la solemnidad y gravedad del acto, ya que los personajes dialogan entre ellos y se relacionan de manera dinámica. Los niños, situados en el primer plano de la composicion, sobresalen más y convierten sus pies en anécdota. Las figuras, en su conjunto, han sido representadas de forma naturalista, aunque algo idealizadas, y están individualizadas (son retratos), pudiéndose distinguir a Tiberio, Augusto y a su esposa Livia. Los personajes así representados siguen la tradición romana del retrato, tan importante en la representación de los personajes públicos. Los paños han sido tratados con naturalidad, acentuándose así el naturalismo de la composición.

Interpretación y contextualización de la obra:
El relieve histórico romano, caracterizado por su carácter narrativo, recrea con gran realismo y vivacidad escenas (históricas) que subrayan la grandeza del imperio. Estos relieves se esculpen en grandes monumentos conmemorativos, como la obra comentada o en columnas conmemorativas y arcos de triunfo. Los relieves se subordinan a los monumentos arquitectónicos en los que se hallan, por lo que el autor ha de adaptar la escena y la narración al marco
arquitectónico.
La obra propuesta tiene una clara intencionalidad política y una función propagandística, además de conmemorativa. La fundación del imperio adquiere carta de naturaleza en este altar, donde simbolicamente se recrea la consagración de la paz. Hay que recordar que el primer emperador puso fin al período de guerras civiles iniciado tras el asesinato de Julio César y que sus campañas militares contribuyeron a sentar las bases de la “Pax romana”, clave en la prosperidad del imperio y en su afianzamiento posterior. Con augusto se iniciaba una nueva “Edad de Oro” y el Senado y el pueblo de Roma quisieron mostrarse agradecidos.
Los autores de estos relieves se inspiraron en los modelos de la época clásica griega, especialmente en los solemenes frisos (relieves) procesionales realizados por Fidias en el s. V a. de C., que decoraban los muros del Partenón. La influencia de este tipo de obras será enorme en la Historia del arte, ya que a partir del Renacimiento se recuperarán las formas descriptivas del
Relieve clásico.

REVISA TU COMENTARIO DE LA IGLESIA DE SAN MARTÍN DE FRÓMISTA

COMENTARIO DE LA IGLESIA DE SAN MARTÍN DE FRÓMISTA (PALENCIA)

Ya hemos visto en clase cómo abordar el análisis de la planta (la concepción del espacio arquitectónico y los elementos técnicos utilizados por el arquitecto) y el alzado del edificio, así como su volumetría exterior. Lo que se expone a continuación te puede servir para cotejar tu trabajo o, en el caso de que la pereza (esa mala consejera) te haya vencido, comprobar lo que podrías haber aprendido a hacer. En estas notas no se aborda la identificación de la obra, sino el análisis formal y estilístico de la misma.


1. CONCEPCIÓN DEL ESPACIO INTERIOR: análisis de la planta y de los elementos tectónicos.

• La iglesia presenta planta de tres naves y crucero inscrito del tipo basilical con crucero inscrito y tres ábsides semicirculares en la cabecera. La fachada principal, situada en los pies de la iglesia, está flanqueada por dos torres cilíndricas. La nave central es el doble de ancha y de alta que las laterales, lo que induce a pensar en la utilización de un “módulo” arquitectónico.

• El eje predominante es longitudinal (simboliza el “camino de salvación” que el creyente recorre desde los pies de la iglesia hasta el altar, situado en la cabecera).

• Posee una gran unidad arquitectónica, debido a la armonía de sus proporciones.

• Los elementos sustentantes que se emplean son: muros gruesos con escasos vanos (carácter robusto y macizo de este tipo de arquitectura) reforzados por contrafuertes exteriores, pilares cruciformes con columnas adosadas, arcos de medio punto (fajones) que sustentan las bóvedas de cañón que cubren las tres naves de la iglesia y arcos de medio punto sobre pilares que separan las naves laterales de la centras (arcos formeros).

Las cubiertas son de piedra con forma de bóveda de medio cañón sobre pilares cruciformes con ½ columnas adosadas. Este tipo de cubierta es una de las características más importantes del estilo románico. El cimborrio, que se yergue sobre el crucero, es octogonal y soporta una bóveda semiesférica sobre trompas.

2. DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS FORMAL DEL EDIFICIO
El templo se halla construido sobre una plataforma de piedra que realza los volúmenes del edificio. La fachada aparece enmarcada entre dos torres cilíndricas situadas a los pies de la iglesia y presenta pórtico en arco de medio punto con arquivoltas. La fachada está completamente desprovista de ornamentación. El aparejo de los muros es de sillería (piedra bien labrada), dispuesto con suma perfección. Los muros presentan escasos y reducidos vanos. El exterior presenta un contraste de volúmenes con los tres ábsides de la cabecera a diferente altura, que se corresponden con las tres naves que conforman la iglesia; la central de mayor altura que las laterales; esta diferencia de alturas también se aprecia en el crucero, que presenta la misma altura que la nave central. Sobre el transepto se levanta una torre octogonal, llamada cimborrio. El tejado es a doble vertiente con cornisa que sostiene el saliente alero o tejaroz. La iglesia presenta una gran austeridad ornamental en el exterior: las molduras con el llamado taqueado jaqués, los canecillos que sobresalen por debajo del tejaroz y las columnillas adosadas al muro.

EL CONTEXTO HISTÓRICO debería señalar las siguientes circunstancias:
El Románico se enmarca dentro de unas claves políticas, ideológicas, económicas, religiosas y culturales, que cristalizan en la época feudal. Dentro de este contexto hay que singularizar la situación de la Península Ibérica en esta época (s. XI-XII), con unos reinos cristianos ocupando la mitad norte peninsular y en pugna con las taifas musulmanas que ocupaban la mitad sur.
La iglesia está situada en una de las escalas del “Camino de Santiago”, que era (y es) uno de los caminos de peregrinación más importantes de la Edad Media. Las peregrinaciones contribuyeron, en el ámbito de la cristiandad, a la difusión de ideas y de soluciones artísticas, favoreciendo la extensión del estilo Románico. Este estilo, que se perdurará entre los siglos XI-XIII, recupera algunas de las soluciones arquitectónicas de la época romana (de ahí su denominación genérica) y contribuye a reforzar los valores simbólicos de una Cristiandad unificada en la fe e identificada con unas construcciones de piedra que tienen la vocación de perdurar, representando así el carácter eterno de la religión y la iglesia católica. Hay que señalar, por tanto, la dimensión profundamente religiosa del arte románico en general, y de la arquitectura en particular, verdadera expresión del poder de la Iglesia Católica en las sociedades medievales de occidente y refugio de piedra para unas poblaciones campesinas sometidas al miedo y a la superstición.
La iglesia de San martín constituye, en suma, uno de los ejemplos más bellos y armoniosos de la arquitectura románica española. Se halla ubicado en la ruta del “Camino de Santiago”, siendo una de las escalas de la peregrinación jacobea.

9/24/2009

aproximación al análisis de una obra escultórica

Hombre caminando. Bronce. Giacometti (1960)
Medidas: 192 x26.5 x 96.5 cm.

Detalle de uno de los relieves que decoran el "Ara Pacis" de Augusto.
(años 19-3 a de C.). Roma. Mármol.


Recuerda que has de utilizar las pautas de análisis y comentario que han sido comentadas en clase. Procura realizar el análisis formal a partir de tus propias observaciones; en el caso del tema y su "significado" (iconología), puedes documentar tu comentario investigando en otras fuentes.
Un saludo

EL LENGUAJE ARTÍSTICO: LA ESCULTURA



Utiliza esta presentación para profundizar en el conocimiento y comprensión del lenguaje escultórico.

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