El profesor
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Análisis formal y comparativo de las obras escultóricas: “El beso” de Rodin (1898) y “El beso” de Brancusi (1908).
EL BESO de Rodin, el gran escultor del s.XIX, admirador de Miguel Angel y como él, apasionado y dramático en su concepción plástica del hombre.
Descripción material y formal
· Conjunto escultórico realizado en mármol mediante la técnica de la talla o esculpido sobre el bloque de dicho material.
· La tipología es “bulto redondo”, si bien las dos figuras entrelazadas reposan sobre una parte del bloque de mármol que apenas ha sido desvastado.
· Las formas representadas: se trata de un hombre y una mujer desnudos que se abrazan y besan apasionadamente.
Análisis estético-estilístico
· Los cuerpos han sido esculpidos de forma naturalista y existe una evidente idealización en el tratamiento de la anatomía.
· La superficie pulida y brillante del mármol permite que la luz resbale por las blancas formas y realce la belleza anatómica de los cuerpos entrelazados.
· La figura masculina, más robusta y poderosa, presenta una actitud serena, protectora (la mano sobre la pierna de la mujer); mientras que la mujer se curva y abraza con pasión. Hay un gran dinamismo en la composición que subraya lo apasionado de la escena, su vital dramatismo. Su grandiosidad miguelangelesca.
¿QUÉ SIGNIFICADOS CONTIENE LA OBRA?
Su famosa escultura El Beso, elaborada entre 1886 y 1890, corresponde al momento en que Rodin trabaja junto con Camille Claudell. Esta experiencia de una relación en la que el goce de la unión física se unía a una camaradería de tipo espiritual, posiblemente contribuyó a un cambio en su concepción del amor que es evidente en las obras del período. Del amor culpable manifiesto en los grupos de Las Puertas del Infierno donde las parejas se unen en la maldición del pecado compartido, se pasa a una representación visual del amor en la que una fuerza interna une en audaces enlaces y abrazos a seres que así manifiestan la expansión de su energía vital, de la felicidad compartida. Esta desmitificación y la representación del amor como parte del comportamiento de todo ser humano provocó una fuerte reacción en sus contemporáneos que juzgaron como crudamente realista e impúdica a El Beso (escena aceptada y gozada siempre que se diera un contexto mítico o literario). En este sentido, Rodin habría operado una especie de democratización de la sensualidad erótica. No obstante, la obra gozó de notable aceptación popular. Supone a un tiempo la apoteosis de la belleza y el movimiento, con la multiplicación de planos y la suave ondulación de la superficie.
EL CONTEXTO HISTÓRICO:
Auguste Rodin (1840-1917), el gran escultor del s. XIX, fue un gran admirador de Miguel Ángel y como él, apasionado y dramático en su concepción plástica del hombre. Dotaba a su trabajo de gran fuerza psicológica expresada a través del modelado y la textura. En 1875, viajó a Italia, donde se sintió atraído por el tratamiento del movimiento y la acción muscular en las obras de los escultores del renacimiento Donatello y Miguel Ángel. Para Rodin, la belleza en el arte consistía en una representación fidedigna del estado interior, y para lograr este fin a menudo distorsionaba sutilmente la anatomía. Su escultura, en bronce y mármol, se divide en dos estilos. El estilo más característico revela una dureza deliberada en la forma y un laborioso modelado de la textura, el otro está marcado por una superficie pulida y la delicadeza de la forma.
EL BESO de Konstantin Brancusi, escultor de la vanguardia de la 1ª mitad del s.XX.
Descripción material y formal
· El material utilizado es piedra (mármol) mediante la técnica de la talla o esculpido.
· Tipología: bulto redondo. El artista apenas traza las formas anatómicas sobre el bloque cúbico de mármol, que queda claramente definido en su contorno geométrico.
· Formas representadas: un hombre y una mujer desnudos abrazados mientras se besan.
· La apariencia de la obra es de una extrema sencillez y simplicidad, esquemática.
Análisis estético-estilístico
· Los cuerpos han sido esculpidos de forma plana, esquemática. Hombre y mujer aparecen fundidos sin que haya apenas elementos diferenciadores (el pecho rehundido del hombre frente a la ligera curva del pecho o vientre femenino).
· Las cabelleras de ambas figuras han sido labradas mediante líneas paralelas de gran simetría, así como los ojos.
· El material utilizado es piedra (mármol) mediante la técnica de la talla o esculpido.
· Tipología: bulto redondo. El artista apenas traza las formas anatómicas sobre el bloque cúbico de mármol, que queda claramente definido en su contorno geométrico.
· Formas representadas: un hombre y una mujer desnudos abrazados mientras se besan.
· La apariencia de la obra es de una extrema sencillez y simplicidad, esquemática.
Análisis estético-estilístico
· Los cuerpos han sido esculpidos de forma plana, esquemática. Hombre y mujer aparecen fundidos sin que haya apenas elementos diferenciadores (el pecho rehundido del hombre frente a la ligera curva del pecho o vientre femenino).
· Las cabelleras de ambas figuras han sido labradas mediante líneas paralelas de gran simetría, así como los ojos.
- La superficie de la piedra apenas ha sido pulida, de modo que presenta un aspecto frío, liso.
· No existe intención alguna de mostrar los cuerpos de forma naturalista. Hay un evidente primitivismo en la representación, como si la escultura estuviera en sus albores. Se trataría de una vuelta a los orígenes, de un despojamiento de la forma de todo aquello que pueda ser superfluo. De ir a lo esencial, reduciendo las figuras humanas a su simple esquema.
· Se trata de representar el concepto “El beso” y sugerir que sea el espectador el que deduzca las emociones que ese hecho pudiera suscitar. El antinaturalismo conceptual es, por tanto, la clave de la representación. Esto es típico de las vanguardias del s. XX, que rompieron con el lenguaje academicista que había dominado la escultura durante milenios y que tratarán de abrir nuevos caminos para expresar las viejas emociones.
EL COMENTARIO HISTÓRICO
Brancusi, Constantin. Nacionalidad: Rumania. Pestisani Gorj 1876 - París 1957.
Inició sus estudios artísticos en la Academia de Bucarest, trasladándose en 1899 a Viena para ampliar su formación, que continuaría en Munich y París, ciudad a la que llegó en 1904. En la capital francesa se relacionará con Mercié y Rodin y realizará su obra El beso, escultura que supone un importante giro en su manera de trabajar, abandonando el romanticismo y el naturalismo iniciales para introducirse en una mayor estilización formal y volumétrica, acercándose a las formas puras e impersonales gracias a la eliminación de lo accesorio. En 1908 toma contacto con Modigliani y Duchamp, iniciando en estas fechas su interés hacia el primitivismo, como se pone de manifiesto en las obras realizadas hasta el estallido de I Guerra Mundial. El final del conflicto militar le conducirá a una mayor admiración por la abstracción, sin renunciar a conocer la escultura egipcia, cicládica y mejicana. Todas estas influencias serán asimiladas en un estilo personal. A partir de 1926 realizaría una serie de viajes que le llevarían a Estados Unidos y la India, trabajando en ambos países. Trabajará hasta su muerte en la más absoluta soledad, renunciando a participar en las diferentes exposiciones y rechazando honores y recompensas.
· No existe intención alguna de mostrar los cuerpos de forma naturalista. Hay un evidente primitivismo en la representación, como si la escultura estuviera en sus albores. Se trataría de una vuelta a los orígenes, de un despojamiento de la forma de todo aquello que pueda ser superfluo. De ir a lo esencial, reduciendo las figuras humanas a su simple esquema.
· Se trata de representar el concepto “El beso” y sugerir que sea el espectador el que deduzca las emociones que ese hecho pudiera suscitar. El antinaturalismo conceptual es, por tanto, la clave de la representación. Esto es típico de las vanguardias del s. XX, que rompieron con el lenguaje academicista que había dominado la escultura durante milenios y que tratarán de abrir nuevos caminos para expresar las viejas emociones.
EL COMENTARIO HISTÓRICO
Brancusi, Constantin. Nacionalidad: Rumania. Pestisani Gorj 1876 - París 1957.
Inició sus estudios artísticos en la Academia de Bucarest, trasladándose en 1899 a Viena para ampliar su formación, que continuaría en Munich y París, ciudad a la que llegó en 1904. En la capital francesa se relacionará con Mercié y Rodin y realizará su obra El beso, escultura que supone un importante giro en su manera de trabajar, abandonando el romanticismo y el naturalismo iniciales para introducirse en una mayor estilización formal y volumétrica, acercándose a las formas puras e impersonales gracias a la eliminación de lo accesorio. En 1908 toma contacto con Modigliani y Duchamp, iniciando en estas fechas su interés hacia el primitivismo, como se pone de manifiesto en las obras realizadas hasta el estallido de I Guerra Mundial. El final del conflicto militar le conducirá a una mayor admiración por la abstracción, sin renunciar a conocer la escultura egipcia, cicládica y mejicana. Todas estas influencias serán asimiladas en un estilo personal. A partir de 1926 realizaría una serie de viajes que le llevarían a Estados Unidos y la India, trabajando en ambos países. Trabajará hasta su muerte en la más absoluta soledad, renunciando a participar en las diferentes exposiciones y rechazando honores y recompensas.